Las 10 claves de la Chevrolet Montana LT

Horacio Alonso

La oferta de pickups cada vez es mayor. Grandes, medianas, compactas. Hay para todos los gustos y necesidades. Con las restricciones a las importaciones de los últimos años, el segmento creció con modelos nacionales de alto equipamiento y confort. Reemplazaban a los SUV importados. Claro que también había demanda de versiones para su uso natural: el del trabajo. El cambio de reglas de juego, con la apertura económica y el mayor acceso a las divisas, está mostrando una mayor variedad de modelos y más alternativas para los consumidores de acceder a un producto que cumpla con sus necesidades. Este puede ser el ejemplo de la Chevrolet Montana LT, la versión de entrada de gama de la marca estadounidense.

1 – La Montana LT está pensada para quienes necesitan un vehículo de carga (soporta unos 600 kilos), para el trabajo, que puede tener un uso familiar, por tratarse de un modelo de cabina doble, pero con un presupuesto acotado y que prefiere resignar equipamiento y confort, respecto a las versiones LZT o Premier, por un mejor precio. Llega importada de Brasil.

2 – En el diseño se ven algunos recortes de elementos que la diferencian de los modelos de gama superior. Por ejemplo, no cuenta con barra San Antonio y cambia las llantas de aleación por unas de chapa, con tasas de plástico, aunque mantiene la medida de 17 pulgadas. Sí cuenta con faros halógenos, como la LTZ, y una barra cromada entre los faros de marcha diurna con luces led. La lona marítima y el cobertor de caja vienen de serie.

3 – También el interior ofrece cambios para ajustar su valor, como la perdida de apoyabrazos central. Los tapizados mixtos son reemplazados por unos de tela. El volante ya no viene revestido en cuero. El asiento del conductor regula en altura de forma manual. Mantiene la central multimedia de 8 pulgadas, puertos USB tanto en la parte delantera como trasera.

4 – Los cambios para hacer el modelo más accesible no alcanzan a la motorización, lo que es importante. Cuenta con el motor turbonaftero 1.2 de tres cilindros con 132 cv y 190 Nm de torque que equipa a las otras Montana y a la Tracker. Lo que la diferencia respecto a las otras versiones más equipadas es que no ofrece caja automática sino una manual de 5 velocidades. La tracción es delantera.

5- En cuanto al manejo, el punto clave pasa por la transmisión, ya que el motor es el mismo. Como no soy un fundamentalista de la caja automática, no tuve problemas. Me llevo bien con las cajas manuales, aunque reconozco la comodidad de las otras. Pero, pensando en el comprador de este vehículo, que pone en el precio un peso importante, es una solución racional, ya que el confort de una caja automática no está a su alcance.

6 – El motor se comporta muy bien y la posibilidad de jugar con los cambios hace que se tenga la potencia necesaria para cada circunstancia. Es un poco ruidoso, pero nada alarmante. La caja responde bien. Lo mismo que la dirección eléctrica, lo que permite un andar ágil en ciudad. En ruta, se siente estable y con un buen confort de marcha a velocidad crucero. Cumple muy bien.

7- El consumo en un uso mixto (y descuidado) rondó los 8 litros cada 10 kilómetros, pero es un valor muy relativo porque depende del manejo que se haga.

8 –También en confort resigna algunos elementos. Por ejemplo, el control de velocidad crucero o el acceso y arranque sin llave. El aire acondicionado es manual, no cuenta con sensores traseros, pero sí mantiene la cámara de marcha atrás, WiFi y la asistencia OnStar, pero no permite el encendido remoto desde la aplicación MyChevrolet como en la LTZ.

9 – En seguridad, mantiene elementos estándar, como seis airbags, ABS, asistente de arranque en pendiente o monitoreo de presión de neumáticos, pero pierde algunos sistemas de asistencia a la conducción, como alerta de frenado de emergencia.

10 – El precio de la Montana LT es de $29.099.900, unos tres millones menos que la LTZ. Aclarando siempre que la discusión sobre los precios en Argentina es trillada (todos los autos son caros), el consumidor de este modelo, que tal vez pague una parte a crédito, evaluará si la pérdida de equipamiento y, en especial, la caja automática, es aceptable por esa diferencia de precios. Es una decisión muy personal.

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