Desde hace varios años, los argentinos tienen una relación especial con las pickups. Por cuestiones de gustos o por restricciones a las importaciones de otro tipo de vehículos, este segmento llegó a representar casi la cuarta parte de las ventas totales. No sucede en otros países. Una gran proporción se vende para el trabajo, pero un alto porcentaje tiene como objetivo el uso urbano y de esparcimiento. Por eso, cuando se presenta un nuevo modelo es un hecho que genera expectativa. Más si se trata de uno, como la Mitsubishi L200, que tiene una larga y exitosa historia.
1 – Se podría hablar de un relanzamiento del modelo de marca japonesa por parte del Grupo Antelo. Con las restricciones a las importaciones que hubo entre el período 2020-2023, el volumen de ventas de esta pickup cayó abruptamente. Desapareció. Con la apertura, las reglas de juego cambiaron y se apuesta a tener una buena presencia en un segmento con gran competencia, tanto de modelos consolidados como otros que recién están arribando. La L200 apelará a su prestigio obtenido a lo largo de su historia. Esta sexta generación llega importada de Tailandia y se ofrece en una única versión GLS Full 6AT 4WD.
2 – La nueva L200 muestra cambios profundos respecto a la anterior. Es una renovación importante. Tiene nuevo diseño, nueva plataforma y es un vehículo es más largo, más ancho y con mayor distancia entre ejes. La altura no cambio. Todo esto hace que sea bien distinta. Ahora, en mi impresión, me parece que tiene un diseño menos rebuscado que otros modelos que se venden localmente. Luce moderna, pero con el espíritu clásico y simple de una pickup. Es sobria y eso la hace atractiva. La trompa se ve imponente, gracias a la gran parrilla enmarcada en detalles cromados. Le define la personalidad. Las llantas de 18 pulgadas son llamativas. Tiene molduras en las puertas y en la caja como apuesta más arriesgada. Los estribos laterales son de aluminio. El portón trasero tiene líneas bien rectas. En general, transmite una imagen de robustez. Un detalle es que no cuenta con barras en la caja de carga. Siempre quedan bien.
3 – El interior genera una muy buena primera impresión. Se percibe calidad en los materiales y confort. Hay muchos detalles cromados que le otorgan distinción y elegancia. Hay apliques de cueros en diversos lugares, como en las puertas y la consola central. Tiene una cuota de tecnología justa. El tablero cuenta velocímetro y tacómetros analógicos y una pequeña pantalla digital en el medio. Una mezcla de modernidad y lo clásico. Al lado, aparece la pantalla táctil multimedia de nueve pulgadas (con muy buena definición cuando se activa la cámara de retroceso), pero hay funciones que se manejan con botones o perillas de fácil uso. Mezcla de estilos permanentes. En la consola se destaca la palanca para accionar la caja automática y también desde ahí se controla el modo secuencial. No hay levas al volante. Un poco más atrás aparece el comando, en forma de rueda, para elegir el tipo de tracción deseada. Las butacas son cómodas. En el caso de la del conductor tiene ajustes eléctricos. Las plazas traseras son amplias y se puede viajar cómodo. El respaldo sigue siendo un poco recto.
4 – Está equipada con un motor 2.4 turbodiesel de 184 cv y 430 Nm de torque. La caja automática es de seis velocidades y cuenta con tracción Super Select 4WD-II.

5 – En esta idea de una imagen equilibrada en lo estético se puede incluir su comportamiento a la hora de manejar. No es un pickup que se va a destacar solamente por el confort como tampoco sólo por su dureza o respuesta cuando se la exige. Busca un punto medio. En ruta o calles muestra un muy buen andar. La cabina está bastante bien insonorizada y filtra el sonido lógico de un motor diésel. No es pesada para manejar. Tal vez, no le juega a favor que la dirección tenga asistencia hidráulica y no eléctrica. Eso la hace un poco menos liviana. La amortiguación es confortable en la ciudad, aunque se la siente un poco saltarina, cuando se sale del asfalto, pero dentro de parámetros normales. Cuando se la lleva a caminos de tierra o en mal estado se confirma la robustez de la L200. Se la siente sólida. Los mismo cuando se anda en ruta a altas velocidades, transmite una sensación de estabilidad y aplomo que le juegan a favor. No es de las más potentes y tampoco llega a competir con otros modelos con cajas automáticas de más marchas. Sin embargo, responde bien a la mayoría de las exigencias que puede tener en un uso racional. Se trata de un vehículo que transmite seguridad y es confiable.
6 – Esa menor potencia, respecto a la competencia, le permite tener respuestas y consumos también equilibrados. Necesita más de 10 segundos para acelerar de 0 a 100km/h. Otras lo hacen en menos tiempo, pero la L200 no apunta a romper récords, sino a ser eficiente en todos los aspectos. El consumo promedio, en un uso mixto, rondó los 10 litros cada 100 km con un tanque de 75 litros.

7 – En cuanto al sistema de tracción, se puede accionar desde comando que está en la consola central. Tiene la opción básica 2H que es la 4×2 con tracción trasera. La 4H es una tracción integral que se acopla de forma automática cuando las condiciones del terreno lo exigen. La 4HLC es 4×4 permanente con bloqueo de diferencial y 4HLC es la 4×4 con reductora. Todas estas variantes sirven para tener buena respuesta en cada situación con la capacidad para aventurarse al off road extremo sin inconvenientes. Las limitaciones van a depender más del conocimiento del conductor que de la capacidad de vehículo. También, para simplificar el manejo, cuenta con distintos modos de manejo como Normal, Eco, Ripio-nieve, Barro-Arena y Roca.
8 – En el tema de la seguridad, lo primero que hay que decir es que la L200 obtuvo la máxima calificación en LatinNCAP. Este es un dato para tener en cuenta. Con esta renovación se incorporó un paquete importante de asistencias a la conducción. Por ejemplo, alerta de cambio de carril y de punto ciego, frenado autónomo de emergencia, control de balanceo de trailer, alerta de tráfico cruzado, entre otros. No trae control crucero adaptativo. Este sistema que cada vez va ganando más espacio en mis preferencias. Cuenta con siete airbags, ABS y control de tracción y de estabilidad.
9 – El equipamiento de confort ofrece puertos USB en las plazas delanteras y traseras y tomacorriente de 12 voltios, caja con protector plástico, climatizador digital bizona con salidas de aires hasta en el techo, cargador inductivo para celulares. Un detalle importante es que la rueda de auxilio es del mismo tamaño que el resto y con llantas de aleación.
10 – La Mitsubishi L200 cuesta u$s54.000 y ofrece tres años de garantía o 100.000 kilómetros.

