Toyota Argentina advierte: la avanzada de marcas chinas será el mayor desafío para la industria local

Horacio Alonso

El presidente de Toyota, Gustavo Salinas, realizó un balance positivo del año con un cierre mejor a lo esperado.

Durante una reunión con la prensa especializada en el sector automotor, con motivo de la proximidad de las fiestas de fin de año, el ejecutivo repasó los vaivenes que tuvo el 2024 en cuanto al comportamiento de las ventas, los cambios de reglas de juego, la reaparición de crédito,  la normalización de los pagos a proveedores del exterior y otras variables.

En ese contexto, señaló que “este este año esté cerrando con un volumen de ventas de 410.000 unidades, incluso por encima de lo que habíamos estimado  a comienzos de año, cuando parecía optimista hablar de 375.000 vehículos.”

Entre los datos que reveló Salinas, dio precisiones sobre la llegada del Yaris Cross. El modelo llegará a la Argentina para el segundo semestre del 2025. También puntualizó que, en los próximos dos años, tiene que haber novedades sobre el proyecto de la producción en la Argentina de la Toyota híbrida. Salinas se refirió al concepto de «electrificación» para referirse a cómo manejan a los vehículos que no son de propulsión tradicional. Fue una forma de no dar precisiones, en detalle, sobre cómo será la motorización del próximo vehículo, pero lo importante fue que le puso fecha a la viabilidad de ese proyecto para el país.

En cuanto a las ventas de la marca, precisó que estará cercano a las 90.000 unidades.

“Uno de los grandes desafíos fue la exportación. En un escenario de tormenta perfecta, enfrentábamos no sólo el desafío del mercado doméstico, sino el mercado de países como Chile, Perú y Colombia con serias dificultades. Eso nos hizo bajar el plan de producción para este año a fines de 2023. Nuestras estimación inicial era producir 160.000 unidades y vamos a estar cerrando en 168.000 unidades”, explicó.

La empresa termina el segundo año con tres turnos de producción, lo que implica un esfuerzo importante en mantener esa dinámica en un contexto no del todo favorable.

En cuanto al 2025, Salinas trazó un panorama alentador: “Si hablamos del ordenamiento de la economía, en la medida en que la macro se siga sosteniendo, que parecería que, especialmente por cómo se sucedieron los acontecimientos en los últimos meses, está la idea en que en 2025 no deberíamos esperar una devaluación abrupta. Por consiguiente, con estabilidad y con inflación en descenso, seguiremos en una recuperación gradual. Si tuviéramos que imaginar el mercado para el año que viene, tendría que ser superior a las 500.000 unidades.”

Con Toyota mejora interna y una recuperación de las exportaciones, Toyota plana un incremento de la producción para 2025 como anticipó Arodarpost.(Ver nota)

“No sabemos de cuánto va a ser, pero la idea es de crecer de producción”, dijo Salinas.

También habló de la necesidad de mejorar la competitividad.

“No va a ser ninguna devaluación la que nos va a resolver esa necesidad de competitividad. Por eso, empezamos a trabajar muy fuerte este año en acciones que nos permitan estar más sólidos frente a un mercado de exportación que es extremadamente competitivo  en todos los sentidos, donde no hay ninguna posibilidad que uno pueda ajustar precios para cubrir algún costo que surja inesperado, sino que estrictamente uno trabaja sobre sus costo y no sobre sus pecios. Dentro de esos costos, obviamente, está la contemplación del tipo de cambio.  Está claro que estamos en un camino del 2025 que es poco probable que vaya a haber en algún ajuste del tipo de cambio. Mirando más allá del 2025, el escenario en el  que nos movemos es de un tipo de cambio fuerte, apreciado, y donde realmente va a estar ciento por ciento en lo que podamos hacer bajo nuestro control para mejorar nuestra condición de exportación. Hoy es muy difícil.  La exportación nuestra es muy compleja. Sabemos que está el componente del costo argentinos, que no son sólo los impuestos. Hay muchos costos de la ineficiencia estructural argentina sobre la cual hay que trabajar. Pero estamos en una situación muy difícil. Pero en vez de estar reclamando cosas que están fuera de nuestro control, hoy estamos abocados a lo que está bajo nuestro control. Ser muy eficiente, trabajar en nuestros costos y mejorar la parte de competitividad que depende de nosotros”, dijo.

En ese punto, el tema impositivo es clave y Salinas planteo la necesidad de reducirlos.

“Para mí, el Impuesto Interno, el de lujo, debería estar. Hay que diferenciar el Impuesto Interno de lujo y el que Impuesto Interno que hoy sigue alcanzando a vehículos de gama media. Ese debería, decididamente, a desaparecer”

El otro tema que está a la cabeza del ranking de los desafíos tiene que ver con la avanzada de marcas chinas.

“Ese es el desafío para la Argentina y el mundo para el 2025. Es uno de los grandes temas. Estamos viendo lo que pasa en Estados Unidos. Ahora con Trump aún más. En Europa, las barreras que están poniendo a los vehículos chinos. Y como el agua busca por dónde escurrir y a dónde llegar, vimos este año en Brasil cómo esos videos llegando los buques con miles de vehículos chinos. La competencia mundial con China es una realidad. Nosotros la estamos sufriendo, en algún sentido, porque algunos destinos a los que exportamos hoy los chinos ya tienen un nivel de exportación muy alto. Ecuador, Chile, Perú, son mercados que tienen entre el 25% y 30% ya son marcas chinas. ¿Esto asegura que van a copar el mercado? No necesariamente, porque siempre hay un comportamiento que se llama de comprador inicial que quiere lo último, lo nuevo, lo barato hasta que, después, la experiencia va marcando el nivel de demanda real que va teniendo. Nosotros, cuando vinieron los chinos a Brasil, tuvimos un impacto inicial el año pasado. Hoy las ventas nuestras en Brasil siguen muy fuerte y sostenidas y no estamos sufriendo en absoluto lo que es la venta de autos chinos que, ya en Brasil, representa el 8% del mercado. Es un factor más para mí, dentro de este esfuerzo de competitividad que tenemos que hacer porque. obviamente, mejoraron mucho la calidad, son vehículos que a nivel costos son extremadamente agresivos y tenemos que competir con ellos como lo vamos a hacer en cualquier otro lugar del mundo. Es parte de la realidad que vamos a estar enfrentando. Para mí, en la Argentina, ya en breve.”

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