El viernes pasado, Arodarpost publicó una nota en la que adelantaba que el Gobierno analizaba cambios en el Impuesto Interno para los autos (Ver nota)
A fin de enero, como fija el cronograma, se tenía que hacer la actualización de la base imponible, pero funcionarios del área de Economía estaban evaluando si postergaban la decisión un mes.
La información que circulaba se refería también a la posibilidad de la eliminación de la primera escala del (mal denominado) impuesto al «lujo».
El chequeo de este medio con varias fuentes dio resultado negativo y así se consignó en el artículo.
O las fuentes no tenían la información – algo difícil de creer – o decidieron esconder la decisión que está analizando el Gobierno.
Los colegas de Motor1 tuvieron más suerte (o más pericia), lograron quebrar el cepo informativo y anticiparon hoy que el Gobierno analizaba bajar impuestos a los autos.
Una vez conocida la noticia, las fuentes – que días atrás negaron los cambios – reconocieron hoy que se estudia una rebaja de impuestos.
Después de los reproches del caso, confirmaron la información y dieron más precisiones.
En realidad, lo que sucedería ahora llega con un año de retraso.
A fin de 2023, Ámbito Financiero informó que la flamante gestión de Javier Milei iba a eliminar la primera escala de este tributo, a través de un decreto (Ver nota).

En ese momento, las mismas fuentes actuales y otras que ya no están en el rubro, confirmaron a este periodista que estaba todo dispuesto para tomar esa medida, al igual que hizo Mauricio Macri al asumir en 2015.
Sin embargo, esa decisión no se llevó a la práctica en ese entonces por un temor a último momento por el impacto fiscal negativo que iba a tener dejar de cobrar ese impuestos. Se dijo, en ese momento, que a algunos funcionarios les dio un ataque de pánico por la caída en la recaudación. Se calcula que los ingresos fiscales por el cobro de la primera escala de este tributo representan unos u$s400 millones anuales.
Lo concreto es que el decreto en cuestión se guardó en un cajón, pese a haber informado a las automotrices que se eliminaba la escala.
Desde lo periodístico, fue un paso en falso porque la afirmación de la baja impositiva no se cumplió. El tiempo da revancha y, muchas veces, es cuestión de paciencia.
Hoy, con una situación fiscal más sólida y muchas quejas por el elevado precio de los 0km, se decidió, al parecer, abrir el cajón y sacar el decreto en cuestión.
Según lo que pudo averiguar Arodarpost, que va en línea con lo publicado por Motor1, es «inminente» – así lo califican en el sector – la publicación de dos decretos.
El primero eliminaría la primera escala del Impuesto Interno, que grava el precio de los 0km con una alícuota de 20%, pero que produce un impacto en el valor final de 25%.
En la actualidad, lo pagan todos los autos nuevos de, aproximadamente, más de $42.400.000.
El segundo decreto bajaría a 0% el arancel de importación de extrazona – que hoy es de 35% – para los vehículos híbridos o eléctricos que tengan una valor FOB de u$s16.000. Alrededor de u$s28.000 de precio al público.
Esta medida vendría a solucionar la decisión del ex ministro de Economía, Sergio Massa, que quitó el beneficio arancelario para este tipo de vehículos que estaba vigente hasta mediados de 2023. Así, con precisiones sobre el contenido de los decretos, funcionarios de la Secretaría de Industria le comunicaron al sector, en reuniones mantenidas en los últimos días, que están trabajando en el tema. Es de esperar que no hayan hablado sin la autorización del ministro Luis Caputo y que la medida quede sin efecto como un año atrás. No sería la primera vez que funcionarios filtren, de forma apresurada, una medida que está en estudio y que, finalmente, no se aplique.
Ahora, suponiendo que se concrete, es bueno analizar lo que puede suceder en el mercado y con los precios.
La eliminación de la primera escala tendría que implicar en una baja teórica de alrededor de 20% en el precio de los autos afectados por esta medida.
Por ejemplo, un vehículo que cuesta hoy $50.000.000 tendría que tener una reducción de $10.000.000.
En la práctica, esto dependerá de lo que haga cada marca y lo que exijan los consumidores. Si no convalidan una rebaja menor de precio, las automotrices tendrán que trasladar todo el beneficio impositivo al público. Pero, sin duda, es una noticia positiva para el consumidor.
Hay un par de puntos que hay que destacar. La reticencia de los directivos de las terminales y distribuidores de marcas importadas a hacer trascender la información pudo tener que ver con el efecto «parate» que genera en el mercado el anticipo de un anuncio de una baja de precios de los autos. El público frena la compra a la espera de un valor más bajo. Los stocks están vendidos con un precio más alto y alguien sale perdiendo. Por eso, cuanto más se demore la filtración de la información, más tiempo tienen en liquidar los autos a un precio más alto.
Otro punto tiene que ver con el poco interés de algunas automotrices de que se produzca,realmente, esta baja del Impuesto Interno.
Las terminales que producen pickups – que no pagan este tributo y tiene un IVA de sólo 10,5% – veían a esta carga fiscal adicional como un freno a la llegada de SUV importados y, por este motivo, la demanda se volcaba a las camionetas más equipadas que ofrecen una alta rentabilidad.
Si bien podían expresar públicamente el deseo a una rebaja impositiva, este no es el impuesto que más le molesta.
Esto, al menos, para las cúpulas directivas de las fábricas locales que pueden enfrentar ahora una baja en la demanda y producción de sus pickups y mostrar resultados negativos de su gestión que pone en riesgos sus puestos. Para la casa matriz, no es problema ya que no importa el origen de los vehículos que comercializan en un mercado, sino que se vendan sus autos, sean nacionales o importados.
En cuanto a la baja del arancel para vehículos electrificados, va a ser importante cómo lo aplique el Gobierno para que realmente esa reducción llegue a una baja de precio real y amplia.
La clave, en este punto, es la competencia.
Si se aplica un cupo y si este es bajo, será difícil que el beneficio llegue a la gente porque la automotriz podrá manejar el precio.
En cambio, si no hay cupo y se permite el ingreso de vehículos importados con esta tecnología, la mayor oferta presionará hacia abajo los precios.
Más si se tiene en cuenta lo que puede provocar la llegada de marcas chinas que se especializan en este tipo de auto y cuentan con grandes volúmenes. En Brasil, están haciendo lo contrario: subiendo los aranceles para frenar la avalancha china.
Todavía no está claro cuál es el camino que elegirá el Gobierno – si es que de verdad se reduce el arancel y no queda todo en un error de funcionarios de filtrar una información que no está aprobada -, pero el éxito de esta medida dependerá de una buena implementación. De lo contrario, con un cupo bajo que no permita incrementar la oferta, no habrá reducción importante de los precios