Se confirma el Proyecto Patagonia, cortocircuito entre Renault y Nissan y el futuro incierto de la Peugeot Landtrek

Horacio Alonso

No sabía si su llamado era para regodearse por el triunfo del Real Madrid sobre el Atlético o por su victoria personal por el anticipo del Proyecto Patagonia de Volkswagen.

Como el derby ibérico se había disputado hacía bastante tiempo, deduje que el Sr 5 iba a hacer alharaca de la confirmación de la decisión de Volkswagen de producir una nueva pickup en la Argentina.

Por suerte, mi suposición fue acertada y la comunicación no tenía interés futbolístico. No habría soportado ninguna chicana sobre la injusta eliminación «colchonera» de la Champions. El motivo estaba referido al anuncio que hará la automotriz el próximo 3 de abril.

– ¿Y? Se lo dije (Ver nota)

No necesitó más palabras para hacerse entender y yo no esperé que dijera nada más para reconocerle el mérito de su primicia.

– Felicitaciones. Brillante lo suyo.

Carraspeó un par de veces, dándose corte e hizo alarde de una falsa modestia.

– Estamos para eso – acotó.

– Finalmente se hará – dije, para reafirmar la noticia.

– Sí. El tema, ahora, pasa por la salida de la Taos. La negociación con los proveedores que se quedan sin esa producción.

– Algo escribí sobre eso. La indeminización (Ver nota)

– Lo vi. Estaba bien. Hay que ver cómo se soluciona. Hay proveedores que pierden ese proyecto y se quedan afuera del Patagonia porque tiene baja integración nacional de piezas.

– Pierden todo.

– Claro. Es un golpe muy duro. Algunos están planteando que aceptarían renunciar a la indemnización a cambio de que los sumen a la nueva pickup. Eso les da vida por unos años. Veremos cómo termina, pero el panorama no es bueno. Ya hay autopartistas que están recortando personal por la baja de Taos. Cincuenta por una lado, cien por el otro. Se va a hacer un número importante. Pero, cuénteme algo de usted.

– Estuve en Córdoba, la semana pasada. En la planta de Renault, por los 70 años. ¿Anduvo por ahí?

– No pude. Estaba volviendo de Europa. ¿Le conté que estuve por Madrid?

Sabía que cualquier respuesta a esa pregunta iba a dar pie a alguna alusión al triunfo «merengue», así que preferí hacer como si no lo hubiera escuchado.

– Están muy entusiamados en Renault con la Niágara – comenté mostrando interés.

– ¡Je, je, je ! – se rió ante mi rápida reacción – Sí, están muy interesados, ¡je, je, je!

– También me enteré algunas cosas del tema Nissan y su futuro.

Ya dejada atrás cualquier chance de hacer referencia al resultado futbolístico, el Sr 5 retornó a su tono habitual.

– También leí que escribió de eso. Tiene buena información, pese a que es un tema confuso (Ver nota)

– Me puede explicar qué es lo que está pasando.

– Como usted contó, hay información contradictoria. Por un lado, autopartistas que hablan con el responsable de planificación de Nissan, dicen que, desde la empresa, les aseguran que lo que aparece cargado en el sistema es correcto.

– En el EDI

-Así es. Se ve producción programada para marzo del 2026. Sin embargo, otros proveedores que hablan con el responsable del área de logística de Renault, dicen que les informan que no es así. No le doy el nombre del hombre para no quemarlo. Dice que la producción última de Alaskan y Frontier es para la semana 49.

– ¿Cuándo es eso? Nunca lo aprendí.

– Mediados de diciembre. Esta persona, les está explicando que lo del EDI está mal, que hay proveedores que quedaron cargados con el programa de producción viejo, por no ser prolijos o querer anticipar trabajo, y que ven producción en el sistema hasta semana 12 del año que viene. Pero que no es así. El fin de la producción sería para semana 49 y esto, según el hombre de logística del rombo, fue confirmado por el CEO. También les dijo a los autopartistas que llaman que van a sacar una nota interna para aclarar el tema.

– ¡Cuánta confusión!

– Mucha.

– ¿A qué se debe?

– El rumor que hay es que la pelea interna entre las dos empresas y entre los dos presidentes es tan grande que se boicotean unos a otros. Como que Renault quiere blanquear cuanto antes la salida de Nissan de Santa Isabel y Nissan quiere postergar el tema lo más que puede.

– Habrá que esperar. También publiqué algo de la Fiat Titano y de la RAM que se harán en Córdoba (Ver nota). Sobre lo que no pude averiguar nada es de la pickup de Peugeot, la Landtrek.

– Es lógico.

– ¿Por qué dice eso?

– Porque no hay nada.

– No entiendo.

– ¿Usted escuchó a algún directivo de Stellantis hacer referencia a la producción de una pickup Peugeot.

– Siempre se dijo que eran tres modelos

– Eso lo dijeron ustedes, los periodistas. La empresa sólo hablo de la de Fiat. Ni siquiera de la de RAM. Saltó cuando Javier Milei fue a Francia y mezcló las cosas.

– Pero la pickup RAM se va a hacer ahí. Ya están trabajando en eso.

– Sí. Eso sí, pero de la de Peugeot es otra cosa. En Stellantis le tratan de bajar el tono a lo que sale en la prensa y la realidad muestra que tienen sus motivos.

– ¿Por qué?

– Porque no hay ninguna planificación para hacerla en Córdoba. Es cierto que es la misma plataforma y que se puede hacer, pero no hay nada. Hablé con varios autopartistas y ellos niegan que se vaya a hacer. Y si ellos no tienen información es porque, por lo menos, por dos años, no está en los planes. Así que no hay nada.

– Yo pensé que era un hecho. ¿Habrán dado marcha atrás?

– Cuando se le pregunta a directivos de Stellantis, ellos responden: «nunca hablamos de tres modelos».

– Se seguirá haciendo en Uruguay, en Nordex, entonces.

– ¿Seguirá?

– ¡Qué día que tiene hoy! Todo que no.

– Mire, hay proveedores que le vendían piezas a Nordex para la Landtrek, y ya les avisaron que no envíen más. Entonces, hay tres posibilidades. Una, que la sigan haciendo en Uruguay con piezas de otros países. La otra posibilidad sería que la hagan en la Argentina, pero si ya la están dando de baja en Uruguay y acá no figura en ningún plan de producción por los próximos dos años, no se explica qué va a pasar en el medio.

– ¿Y la tercera posibilidad?

– Que no la hagan ni en ninguno de los dos lados.

Dijo eso y me imaginé sus próximas palabras: «Lo dejo, me tengo que ir». Y así fue.

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