¿Una nota sobre vinos en un sitio especializado en autos? Puede ser extraño, pero el caso de Hugo Pulenta permite excepciones. Este empresario de larga trayectoria divide su vida profesional entre dos pasiones. Los autos es una. Desde hace 30 años es representante de la marca Porsche en el país. (Ver nota).También forma parte de una familia de tradición vitivinícola, desde la llegada al país desde Italia, en 1902, de Ángelo Pulenta. De a poco se fue forjando un nombre en esa actividad y el negocio creció hasta crear la Bodega Peñaflor. En 2002 nació la bodega Pulenta Estate que hoy es el sello de la empresa familiar. Hablar con un hombre de negocios de este tipo no es algo tan habitual y limitarlo al mundo de los autos podría ser un desperdicio. Con motivo de la inauguración de la nueva sede de Porsche, ARodarPost conversó con este empresario (también participo su hija Nina Pulenta, que sigue la tradición familiar bodeguera) sobre la situación de la industria vitivinícola en momentos de tantos cambios económicos, con los problemas impositivos y la estabilidad cambiaria que provoca un aumento de los costos. Variables que no sólo impactan en este sector. También en el de los autos y otras industrias, Por ese motivo, bien puede hacerse la excepción de publicar sus opiniones y la de su hija en este sitio.
ARodarPost: ¿Cuál es el balance del 2024 en materia de consumo de vino?
Nina Pulenta: Desde el punto de vista de la industria a nivel mundial, el vino está pasando un momento malo. El consumo global cayó. El año pasado se produjo un 7% más de vino de lo que se consumió. La tendencia es que se está consumiendo menos vino, lo que implica que para la industria es malo.
ARP: ¿En el caso de Argentina?
NP: La Argentina ha sido muy hábil en posicionarse con la marca país, con el Malbec como producto estrella. Lo que vemos, dentro de la Argentina, es la posibilidad de seguir explotando el Malbec tanto para el consumo interno como en el exterior. Hoy hay más interés por el vino. Las generaciones más chicas están tomando más vino. Lo que está haciendo cada bodega es especializarse en lo que hace mejor. Ese es el foco. Vemos una premiumización del mercado donde la gente consume menos, pero de mejor calidad. Siempre hemos sido una bodega de alta gama, pero tenemos una línea que se considera enty level pero que es una entry level de alta gama. Nosotros detectamos que el consumidor quiere tomar, aunque quiera tomar menos, pero de mejor calidad.
ARP: Ustedes exportan el 60% de la producción y 40% lo destinan al mercado interno ¿Cómo está la rentabilidad con la suba de los costos internos en dólares por la estabilidad cambiaria? Muchos empresario se quejan por el dólar «barato»
NP: Nos estamos acomodando. Por supuesto que nos han subido los costos. Es una realidad. Hay insumos que, para nosotros, no son reemplazables. Por ejemplo, trabajamos con barricas de roble francés. No tenemos un reemplazo nacional ni lo usaríamos por una cuestión de calidad de nuestros vinos. Venimos invirtiendo y haciendo una trabajo de transmitirle al consumidor que si bien tenemos un costo más elevado, trabajamos con roble francés. No vimos que esta suba de costos impacte en ventas.
ARP: ¿Ese aumento de costos está afectando a la exportación?
HP. Hay un factor muy importante para el que exporta. Cuando teníamos una brecha muy grande, del 100%, se hacía muy difícil exportar. Y cuando ganás un mercado no podés darte el lujo de decir no exporto porque tengo esta brecha y no es económicamente viable. Hay que seguir exportando, pensando para cuando esto cambie. Hoy, si bien es verdad que los costos internos han subido para todos, la brecha casi no existe, por lo tanto es un beneficio muy importante. Con una rentabilidad menor, pero tenemos rentabilidad y seguimos exportando. No es un impedimento.
NP: Nosotros, más o menos, pudimos mantener la rentabilidad. No funciona para bodegas que tiene otra producción masiva donde sí hay un impacto.
ARP: ¿Cuál es el negocio más rentable hoy, la exportación o el mercado interno?
HP: Es muy parecido. Nosotros tenemos precios de exportación igual que la Argentina. Siempre los mantuvimos. No hacemos diferenciación de nuestros valores, como tampoco hacemos diferenciación de producto. El mismo producto que vendemos en la Argentina lo exportamos a tres mercados completamente diferentes. Brasil, Inglaterra y Estados Unidos. Porque tenemos una línea de producto bien definida, donde la calidad para nosotros es irrenunciable.
ARP: ¿Cómo ven el 2025 para la economía?
HP: El equilibrio fiscal es fundamental. Es como en tu casa. Cuando vos gastás más de lo que entra, tenés problema. Puede ser un tiempito, pero no una constante. Creo que, conseguido el equilibrio fiscal como se está consiguiendo, lo que hay que hacer es que sea sólido y duradero. La baja de impuestos, en un año, dos años o cuando llegue, es una necesidad.
ARP: ¿Y para el negocio vitivinícola?
NP: Como decía al comienzo, estamos viendo esta tendencia de menor consumo, entonces hemos adaptado también nuestra producción. Hoy estamos en 65.000 cajas anuales. No estamos pensando en aumentar la producción porque vemos que está bajando el consumo. El pico de consumo fue de 70.000 cajas, durante la pandemia. Podíamos pensar en llegar a 80.000 o más, pero no. Hemos repensado el programa, hemos achicado nuestra cosecha. Por suerte, nuestros viñedos son propios y podemos hacerlo. Vamos a producir lo mismo, unas 65.000 cajas, pero seguir apostando a la calidad y la respuesta que estamos viendo en los mercado de exportación es muy buena.