Por Horacio Alonso
La caída de ventas del mercado automotor complica a las fábricas y concesionarias. Pese a los descuentos que se están ofreciendo sobre los precios de lista, la demanda no tiene la fuerza de meses atrás.
Esto se evidencia en los niveles de stocks en toda la red comercial que vienen creciendo desde fines del 2023.
La pregunta que se puede hacer es por qué no bajan más los precios para que se acomenden a los valores que los consumidores están dispuestos o puedan pagar.
En este punto, la situación depende de cada agencia y fábrica. Hasta cuándo pueden rebajar los precios sin entrar en un rojo financiero es un tema particular, caso por caso.
Lo concreto es que los inventarios vienen aumentando.
Según los datos que maneja el SIOMAA, el sistema estadístico de las concesionarias, al 31 de marzo, la cantidad de autos y vehículos comerciales livianos era de 83.143 unidades. Si se suman los vehículos comerciales pesados, hasta ayer, viernes 19, el stock era de 96.839 0km.
Es el nivel más alto desde fines del gobierno de Mauricio Macri.
En 2019, el nivel de stock mensual rondaba entre 90.000 y 120.000 unidades.
En ese momento se venía de un período de amplia oferta de vehículos nacionales e importados y de más de un año de fuertes bonificaciones.
Desde el comienzo del 2020 comenzó a bajar y la excepción fue diciembre del 2020, cuando se alcanzó un volumen similar al actual, pero se debió más a la consecuencia de la pandemia y que el último mes del año es estacionalmente alto por el cambio de año de modelos.
Con las restricciones a las importaciones que se empezaron a aplicar durante la gestión de Alberto Fernández, el mercado estuvo desabastecido y faltaban 0km.
Para tener dimensión del actual nivel de inventario, durante el año pasado el volumen se ubicaba, en general, por debajo de los 70.000 0km.
Por ejemplo, en mayo fueron de 61.406, en junio de 63.184, en julio de 59.737, en agosto de 52.814 y en septiembre de 69.065.
Recién en octubre subió a 71.460 unidades, seguramente por la caída de la demanda como consecuencia de la incertidumbre electoral y económica.
En diciembre, ya estaba en 79.236 unidades. En enero, bajó a 62.146. Es un mes con alto nivel de patentamientos por el cambio de año y eso reduce, estacionalmente, el stock.
Febrero creció a 76.262 y marzo al número mencionado.
Pero no sólo aumentó en cantidad, sino también en la relación con los meses de ventas que representan porque el mercado viene en baja.
Por ejemplo, en mayo del año pasado, con un stock de 61.406 unidades, el mes cerró con 40.165 patentamientos. Es decir, el inventario era de menos de dos meses de ventas. Los meses siguientes se mantuvo esa relación.
En cambio, los 83.143 autos vehículos livianos que hay hoy en stock, con un mercado total de 25.000 unidades equivales a más de 3 meses de ventas.
Si se toma por marcas, Toyota tiene un stock de 17.214 unidades que representan 3,4 meses de sus ventas. Le sigue Volkswagen con 14. 026 unidades y 3,5 meses de ventas.
Fiat tiene un inventario, según los stocks que estima SIOMAA, de 8.302 0km (2,1 meses). En el otro extremo está Chevrolet con 8.003 vehículos en toda la cadena comercial y le cubre 5,2 meses de ventas.
El que más stock tiene en relación a sus ventas es Honda. En marzo figura un inventario de 965 vehículos que equivalen a 10.1 meses.
Este crecimiento de los stocks también explica que las fábricas y los importadores no estén lanzadas a una carrera por aumentar las importaciones ahora que no existen más restricciones y hay apertura.
Con los niveles de precios a los que, según dicen, tendrían que vender para ser rentables y un mercado deprimido, no es buen momento para sumar más oferta.