La información publicada ayer por ARodarPost, respecto a la comunicación que desde el Grupo Stellantis se hizo a la red de concesionarias respecto a la política de precios de la automotriz para mayo, generó gran repercusión a partir del comentario sobre el tema realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
El artículo hacía referencia al mensaje que la terminal había enviado a sus dealers, el martes, sobre la pauta de aumentos que regiría para el mes que comienza hoy. El porcentaje de ajuste que se comunicó era de 3,5% (Ver nota)
Las automotrices suelen adelantar a su red uno o dos días antes de finalizar el mes cuál será la pauta de aumento para el período siguiente. La comunicación se hace de manera informal a través de los encargados zonales de cada empresa. A veces, de forma verbal y, otras veces, por Whatsapp. Normalmente, es Toyota la primera que comunica el ajuste que aplicará y el resto de las empresas se acomoda a esa pauta, según su estrategia.
Desde este medio y en otros anteriores, desde hace años, suelo informar estos anticipos que hacen las terminales a sus concesionarias, que luego se confirman cuando se difunden las listas.
Este caso fue un ejemplo más, pero que tuvo repercusión inesperada por la mención del ministro.
La información publicada fue chequeada con cinco fuentes de concesionarias del grupo (dos de Peugeot, dos de Fiat y una de Citroën) de Capital Federal, del Gran Buenos Aires y de dos provincias.
Todos los casos coincidieron en que el ajuste que desde la terminal estaban comunicando era de 3,5%.
Tras la fuerte repercusión que tuvo el tema, desde otras tres concesionarias de Stellantis se comunicaron ayer con este periodista para ratificar que la información que a ellos también les había llegado, desde la terminal, era la misma: un aumento de 3,5%.
En la nota original de ARodarPost se aclaraba que la información no era oficial, ya que eso se produce sólo cuando la automotriz envía la lista de precios, porque siempre puede modificar el porcentaje ante una decisión de último momento. Por eso, se puntualizó que era la información que le estaba llegando a la red y no una comunicación oficial.
De hecho, otra automotriz también había anticipado a su red que aumentaría los precios 2,5%. Ante el «Caso Stellantis», este medio decidió no publicar la información para no generar más polémica. De todas maneras, para evitar quedar también en el centro de la tormenta, esa terminal envió ayer a sus dealres un «recordatorio»
En el mensaje de Whatsapp, se remarca que las reuniones que se tienen con la dirección comercial son de «estricta confidencialidad» y que no deben divulgarse hasta la publicación de la política oficial de la empresa. Esto confirma que es habitual que se anticipe información a la red sobre la política de precios, que después se ve reflejada en la lista oficial. Más allá de ese pedido de confidencialidad, ARP tuvo acceso al mensaje.
En su cita, en respuesta a un tuit en mi cuenta de X, Caputo señala lo siguiente: «No creo que sea así, Horacio. Si fuera cierto, sería un cambio en la relación de confianza construida con esta industria. Y si se rompe esa confianza, que tanto costó construir, nosotros usa-remos nuestras herramientas para defender a los consumidores.»
Con cinco fuentes originales y tres adicionales, ARodarPost ratifica que las concesionarias de Stellantis (al menos las consultadas) recibieron esa información desde la empresa.
Posiblemente – no sería la primera vez que pasa –, algún directivo se adelantó a dar una información que no estaba firme por parte de la conducción de la compañía. También pudo haber sucedido que desde la automotriz no se midiera el impacto que podía tener la noticia del aumento y se vieran desbordados.
Durante un evento del Grupo Stellantis, realizado ayer en General Rodríguez, (en el que ARodarPost no estuvo invitado para realizar la cobertura), donde se presentó el nuevo Fiat Argo, el director comercial de Stellantis, Pablo García Leyenda, dijo que «la lista de mayo aún no está definida. La política de la empresa es siempre esperar al cierre de las ventas del mes y recién después ponernos a pensar en los precios del mes siguiente.»
ARodarPost aclaró, desde el primer momento, que no se hablaba de información oficial y, por este motivo, como dice el directivo, no había lista. La empresa puede argumentar, sin ningún problema, que nunca pensaron en un aumento de 3,5%. Esto, en todo caso, contrastaría con la información que le llegó a la red y que publicó este medio. Sería una discusión de la palabra de uno contra la palabra del otro.
También podría ser que se pensó en ese incremento y que, ahora, con las palabras del ministro se decidiera frenarlo.
Esta claro que, en este contexto, Stellantis no va a aumentar ahora 3,5% el precio de sus autos.
Un ejemplo que puede ilustrar los cambios de marchas que dan las empresas es lo que sucedió, hace dos semanas, con Volkswagen. Tras la salida de cepo, la automotriz dispuso un aumento de 3,6% en toda su gama. Esa información también había sido anticipada por ARodarPost por fuentes de su red comercial. En este caso se oficializó, horas después, con una nueva lista. A los tres días, la automotriz retrotrajo ese incremento y mandó una nueva lista, la tercera del mes, con los precios que estaban vigentes antes de la liberación cambiaria. Esa corrección fue celebrada en las redes sociales por el ministro Caputo. Nunca se sabrá si la decisión fue una iniciativa propia de la compañía o alguna sugerencia oficial.
Todo parece indicar que el ministro quiso enviar ayer un mensaje al sector, más que retrucar a un periodista. Ante la publicación de un medio pequeño como ARP y la sospecha de que Stellantis podía tener en carpeta ese aumento, podría haber encomendado a algún funcionario de Economía a chequear con la empresa la veracidad de lo publicado. Si no era cierta, la información no habría tomado trascendencia. En cambio, al decidir realizar su comentario público, le dio una entidad que, originalmente, no tenía. La información se reprodujo en numerosos medios y fue el tema del día ayer. Como una cadena nacional.
El mensaje llegó. No fue casual que la automotriz Ford – que no tiene el hábito de difundir su política comercial ni de enviar sus listas de precios a los medios, como hacen otras terminales – saliera por la tarde a informar que no aumentaría los precios en mayo.
“Con respecto a los precios de Ford para el mes de mayo, nuestra decisión es mantener la lista vigente de abril mientras continuamos monitoreando la evolución de las variables clave que impactan so-bre los costos de nuestro negocio. Pensamos que no es momento de tomar decisiones apresuradas. Creemos que la salida del cepo junto con el proceso de baja de impuestos en curso, son pasos en la dirección correcta para normalización de la economía y la mejo-ra de la competitividad”, dijeron desde la empresa.
Tampoco es habitual que Toyota – que siempre anticipa sus precios para el mes siguiente – hasta hoy (NdR: esta nota se escribió al mediodía) no haya informado a su red su política comercial de mayo. Salvo que haya alineado a sus dealers para guardar estricto silencio y se esté cumpliendo.
El ministro mencionó en su comentario la «confianza construida» con el sector y de «herramientas para defender a los consumidores».

Es posible que el ministro sienta que deba haber una cuestión de reciprocidad. El Gobierno viene tomando una serie de importantes medidas en favor de la industria automotriz, tanto para la baja de costos como la cancelación de deudas del Estado.
La eliminación del Impuesto PAÍS para las importaciones, la quita del Impuesto al «lujo», la reducción de los plazos para pagar importaciones, la cancelación de la deuda del Gobierno anterior a través del Bopreal o un plan de pagos por los anticipos de IVA y Ganancias, entre otras.
En este contexto, lo que puede esperar el Gobierno es que, ante este esfuerzo fiscal importante, las empresas acompañen con su esfuerzo similar en materia de precios.
Es común escuchar esta queja por parte de la gente: «Le bajan los impuestos a las automotrices y suben los precios.» No debe ser algo agradable para los oídos del equipo económico.
Por eso, el comentario de «confianza construida». Parece evidente que se planteó un acuerdo no escrito sobre la base de «Nosotros ponemos nuestraparte, ustedes ponen la suya.»
Las automotrices venían aumentando los precios al ritmo de la devaluación establecida por el crawling peg de 2% mensual. En un mes que, con la salida de cepo, el dólar subió 8%, no es lógico que las automotrices – por el momento, sólo el caso de Ford – decidan no aumentar los precio. Más con un dato de inflación de marzo de 3,7%, el más alto en los últimos meses.
En cuanto a las herramientas que puede tener en Gobierno para defender a los consumidores, no entra en el ideal ´´libertario´´ hablar de controles de precios o clausuras.
Caputo está en una cruzada para que bajen los precios y, más allá de lo que se haga en materia fiscal, hay un convencimiento de que eso se logra con más competencia y apertura.
Por ejemplo, está en marcha el régimen para importar autos híbridos y eléctricos sin arancel de extrazona. Son 50.000 unidades en un mercado de más de 550.000. Principalmente, son vehículos producidos en China. Es posible que se intente avanzar con más medidas de este tipo. Más jugadores para la misma cantidad de público.
El cupo de 50.000 unidades es el establecido por este año. En 2026 habrá otro cupo. No sería descabellado que el equipo económico busque adelantar la nueva licitación para este año y que la competencia sea mayor. Es una posibilidad. Habrá que estar atentos.
La idea de que sólo la información oficial es la que hay que publicar no es compatible con el verdadero periodismo. Es, en todo caso, lo que quieren las empresas y los gobierno.
Siempre hay situaciones, hechos y datos que se producen que pueden derivar en una información oficial. A veces, quedan en el camino. No por eso, dejan de ser importantes para la opinión pública. La única condición para publicar una información es el chequeo con fuentes confiables.
Cuando ARodarPost publicó la venta de Mercedes-Benz, para citar un ejemplo, lo hizo bajo este criterio. En aquel momento, ante las consultas de periodistas de otros medios que se comunicaron para confirmar la información, la empresa sólo se limitó a decir «no comentamos rumores». Cinco meses después, el «rumor» era realidad. Publicar sólo gacetillas oficiales no es función del periodismo, al menos, de este medio.
No dudé ni un segundo de tu información. Sos De los mejores periodistas del sector automotriz