Por Horacio Alonso
Un directivo de una de las principales automotrices comentaba, días atrás, el cambio en el mix de ventas que están teniendo entre vehículos nacionales e importados. Según en el ejecutivo, el grupo cerró 2023 con un 70% de las operaciones concentradas en 0km fabricados en el país y un 30% de unidades que llegan del exterior.
Ya, en los primeros meses del año, ese mix se modificó y los vehículos nacionales representan 60% de las ventas y los extranjeros el 40%. Estimó que, para fin de 2024, la composición de sus operaciones estará repartida en un 50% de cada lado.
La explicación que daba por este cambio estaba vinculado al mayor ingreso de modelos importados, a partir la quita de las restricciones que se dispuso desde diciembre con el cambio de gobierno. Por ejemplo, la eliminación de las SIRAs.
Estas estimaciones se confirman si se miran las estadísticas sobre patentamientos que maneja ACARA, la asociación de concesionarias, que registra, hasta el viernes, un crecimiento de las importaciones del 6% en el acumulado de los primeros meses del 2024 contra igual período del 2023.
Pero hay un dato que no se le prestó demasiada atención y que forma parte del informe difundido la semana pasada por ADEFA, la asociación de fabricantes (que, a su vez, son los que más autos importan).
Según la entidad, en abril, las ventas mayoristas (las de fábricas a concesionarias) cayeron 33,6% respecto al año pasado. Estas ventas anticipan, en gran parte, lo que va a pasar en el mercado al mes siguiente
En la discriminación por origen se ve que la baja de las entregas a la red de autos nacionales es 52,6%, mucho más que la baja general.
Esto quiere decir que la entrada de autos importados redujo el impacto del retroceso de las ventas mayoristas.
Si se toma el acumulado del año, las ventas mayoristas generales están 18% abajo de 2023, pero las de los 0km nacionales caen 40,2%.
En abril del año pasado, las ventas mayoristas fueron de 33.795 0km de los cuales 23.473 fueron nacionales. Es decir, 10.322 eran importados.
En abril pasado, las entregas de fábricas a la red fueron 22.450 unidades. De ese volumen, 11.120 fueron fabricados en el país. Esto muestra que los 0km del exterior crecieron 9,6%
Por donde se lo mire, se percibe que la eliminación de restricciones a las importaciones está empezando a cambiar el mapa automotor de las ventas en el mercado, aunque de forma incipiente.
El aumento de las importaciones, en el acumulado anual, toma mayor importancia si se tiene en cuenta que se produce en un mercado que cae, no que crece
Buena parte de estos vehículos importados que están ingresando son los que estaban en los depósitos portuarios impedidos de entrar al país por el cepo importador del anterior gobierno, pero otros son importaciones que se planificaron a partir de diciembre.
Si bien es cierto que para que haya una real apertura juega en contra la alta presión impositiva que existe para el sector automotor, aun así las importaciones están creciendo.
La reducción de la presión tributaria es necesaria y reclamada por los consumidores, pero el contexto económico complica alguna reducción en el corto plazo.
Esto hace que los precios de los autos sean muy altos y estén lejos de los bolsillos de los consumidores.
Sin embargo, hay un sector de la población con buen poder adquisitivo que está justificando ese crecimiento y que aliente a las automotrices a mejorar la oferta.
Por ejemplo, la semana pasada se lanzaron dos nuevos modelos (Citroën C3 Aircross y Toyota Corolla Cross) y los dos son importados.
Casi todas las marcas tienen previstos varios lanzamientos para este año de modelos que llegan del exterior, alentadas por esta mayor apertura.