Por derrumbe del dólar, modelos premium empiezan a competir con autos generalistas con precios en pesos

Horacio Alonso

La situación del mercado automotor pasó este año por distintos climas. Un mal comienzo en ventas, la recuperación a partir de julio y un tramo final sacudido por diferentes motivos.
La mayor oferta de modelos está sobrepasando la demanda y los consumidores tienen el poder para decidir y fijar precios.
Si bien las perspectivas de volumen para 2025 son alentadoras (la mayoría habla de un mercado cercano a los 500.000 vehículos), diciembre está transitando por la baja lógica de la estacionalidad, pero también por el impacto del derrumbe de los dólares financieros y el “blue”.
La desaparición de la brecha modifica las reglas de juego y en el mercado se están produciendo muchos cambios. Con dólar alto y diferencia grande entre el informal y el oficial, la demanda se acelera. Hoy pasa lo contrario.
Uno de las modificaciones importante es lo que sucede con los precios por el reposicionamiento de los valores de los 0km en dólares y en pesos.
Para dividir el mercado en dos grandes grupos, están las marcas generalistas (lo que serían las fábricas radicadas) que tiene sus listas en pesos y las marcas importadas de alta gama o premium que expresan sus listas de precios en dólares.
Las del primer grupo vienen aumentando sus 0km mes a mes en pesos, pero con un “blue” que cae, eso implica que se encarecen en dólares.
Por el otro lado, las que vendían y venden en dólares “billete” (o en pesos a esa cotización), ven que sus modelos son más competitivos. Se necesitan menos pesos para comprarlos. También se vendían en un mix entre pesos y dólares (el dólar «Sinatra», homenaje ar.motor1.com/).


Esto hace que la brecha entre modelos generalistas –incluso nacionales – y los importados se achique.
Una recorrida por concesionarias de marcas importadas (premium y no tanto) confirmó esta teoría y la demanda que están teniendo supera a lo esperado.


Mientras tanto, los vendedores de modelos generalistas tienen que recurrir a fuertes descuentos para atraer compradores.


Desde una marca importada especulaban con la fallida estrategia de las marcas generalistas que apostaron a un dólar que seguiría alto y que les daba margen para subir los precios en pesos todos los meses.
Desde una concesionaria Audi de Capital Federal reconocieron el pico de demanda que están teniendo. Incluso, explicaron a Arodarpost que la novedad es el aumento de la configuración personalizada de los modelos. Son todos los adicionales y terminaciones que se pueden pedir con un recargo de precio.


“Por un poco más de dólares, que ahora son más accesibles, el cliente le suma equipamiento al modelo, algo que antes no pasaba. No importa si tiene que esperar unos meses. Se compra el auto como le gusta”, señaló el gerente de la agencia.


En las otras marcas del segmento premium reconocen que también hay una mayor demanda para comprar sus modelos.


Pero no sólo sucede con las grandes marcas de alta gama, como las alemanas.


Hay otras marcas que tiene sus precios en dólares que en esta situación se benefician, porque desde hace meses venían importando con dólares propios a raíz de las restricciones dispuestas el año pasado.


Con los dólares financieros muy por arriba del oficial, les implicaba un encarecimiento en los costos muy alto para sus modelos y quedaban descolocados de la competencia que importada al oficial.
Hoy eso se revirtió y sus precios son más competitivos.


Hay modelos que venden las marcas radicadas en el país que, por su suba en precios de los últimos meses, se acercan a algunos modelos de marcas de lujo y está por arriba de otras marcas importadas con modelos con gran equipamiento.


Desde una marca de importados citaron el ejemplo de la Volkswagen Taos Highline Bi Tono, que tiene un precio de lista de más de $54.000.000.


Este modelo está alcanzado con la primera escala del Impuesto Interno.


Es cierto que tiene una bonificación de fábrica y otra que realizan las concesionarias y su precio de transacción ronda los $47.000.000. Se trata de un vehículo de producción nacional que, además, se va a dejar de producir en menos de un año.


Si se tiene en cuenta la cotización del “blue” de hoy, su valor ronda los u$s52.000.
Dentro del mismo grupo automotor, Audi vende modelos como el SUV Q2 en u$s60.000 y el Q3 en u$s64.000.


Si bien hay diferencia de precios, no es tan grande como en otros momentos, una muestra del achicamiento de la brecha.


También si se compara con otras marcas importadas, sin ser premium, se nota la mejora de competitividad de los modelos que están con precios en dólares.


Por ejemplo, la BAIC X55 II, un modelo que está teniendo mucha aceptación y con buen equipamiento, cuesta u$s40.800. Si bien es una marca china, el público argentinos está comenzando a cambiar su opinión y empieza a elegirla.

Otro ejemplo es lo que sucede con la Toyota SW4 que se produce en la Argentina. Su precio actual es de $75.035.000. Un modelo importado que compite con el SUV nacional es la Hyundai Tucson. El precio de este modelo es de u$s65.900. Al cambio de hoy representan unos $69.000.000. Es decir, está $6.000.000 más barata que la Toyota. Sin embargo, hace unos meses, en junio, cuando el «blue» o los dólares financieros rondaba los $1.400, su valor en pesos era de $92.000.000 (aunque se pactaba un dólar intermedio). La SW4, en esos momentos, costaba alrededor de $65.000.000. La brecha era de aproximadamente $27.000.000 a favor del modelo nacional y podía decidir una compra.

Desde entonces, la SW4 subió de precio en pesos (y, por consiguiente, en dólares), mientras la Tucson se abarató en pesos.

El ranking de las marcas chinas más vendidas
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