El Gobierno Nacional anunció una rebaja en los costos de transferencia de autos y la simplificación de los trámites a través de la digitalización.
Los detalles (aunque ya deben ser conocidos por todos) los pueden leer en el comunicado del Ministerio de Justicia que se publica al final de la nota.
La medida es positiva porque va en el sentido correcto: reducir gastos innecesarios que tiene que afrontar el consumidor. Sin duda, es un buen paso. Lo habitual, en los últimos años, era que se aumentaran
Hay mucha expectativa sobre el impacto que puede tener esta decisión en los costos que hay en la adquisición de un vehículo. La idea de que, con este cambio, se va abaratar fuerte la compra de un auto podría chocarse contra la realidad.
Así lo explicó el secretario de la Cámara de Comercio Automotor, Alejandro Lamas: “La reducción de los aranceles de transferencia es tanto para autos nuevos como usados. Los importados pagaban 2% y los nacionales 1,5%. Ahora se unifica en 1%. Eso, en realidad, es poco dinero. Lo mismo el hecho de no cobrar el título o no cobrar la cédula. Un título lo cobraban $2.580 y la cédula $5.290.”
Si bien es una medida a favor de los consumidores, no parece ser determinante en los costos de registración.
El problema pasa por otro lado y Lamas lo explica.
“Hay que ver en cuánto va a terminar impactando en la baja del costo de una transferencia. Estimamos que será de una baja de 1% el total. La parte más importante de ese costo es el tema del Impuesto de Sellos y esto está en la potestad de los gobernadores. Lo cobran las provincias Hasta que no se modifique el tema de Sellos, lo que se puede reducir no es mucho”, explicó.
Lo que hizo el Gobierno fue reducir la parte que puede hacerlo, que corresponde a la Nación. El costo de transferir un auto ronda entre 6% y 7%. Varía según el distrito. El impuesto a los sellos va de 0,5% a 3%, según la provincia, mientras que los aranceles y formularios rondan 1,6% o más.
Está claro que el tema depende más de lo que hagan los gobernadores y son los que ahora deberían estar en la mira. El ejecutivo nacional tomó una buena medida que deja expuestos a los jefes provinciales (incluye a CABA), que tiene los costos más altos.
Lamas refuerza la idea sobre quiénes tienen la mayor responsabilidad: “La línea es buena, pero genera una expectativa de que van a bajar mucho los costos de transferir un auto y en realidad, por ahora, lo concreto es que el lunes, cuando vayamos a transferir un auto, pagaremos medio punto menos de arancel y nada más. La parte del sellado, que es lo más importante, seguirá igual.”
Una coincidencia poco feliz fue que, mientras se hablaba sobre la rebaja de los costos de transferencia, se conoció hoy que se ajustaron las valuaciones fiscales de los autos. Es un procedimiento que se hace periódicamente y que no tiene que ver con lo anunciado por el Gobierno nacional, pero implicará que se deberá pagar más por tener un auto.
Estos ajustes son, muchas veces, arbitrarios y no coinciden con los valores de mercado de los autos. Son una “caja” para sostener estructuras estatales. Generalmente están por arriba de lo que se compra o vende un vehículo, pero es el monto sobre el que se paga los impuestos.
Lamentablemente, lo que el consumidor ganó por la rebaja de los aranceles que dispuso el Gobierno nacional, lo perderá por esta revaluación fiscal.
Rebaja de impuestos a los autos: una medida que deja mal parados a los gobernadores
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