Peligra la producción de Nissan en Argentina: los tres escenarios para su salida fabril del país

Horacio Alonso

El sector automotor comenzó 2025 con mucho movimiento. Algunas noticias son positivas, como la baja del (mal denominado) impuesto al «lujo» y su impacto en los precios.
Pero no todas son buenas y lo malo pasa por la situación fabril de algunas terminales.
Uno de los casos que hay que seguir más de cerca pasa por la planta de Córdoba de Santa Isabel, donde Renault produce sus modelos, y, desde hace unos años, luego de un inversión de unos u$s600 millones, también Nissan fabrica su pickup Frontier y la gemela Renault Alaskan. El tercer modelo de ese acuerdo era la versión de Mercedes-Benz Clase X, que nunca se llegó a concretar y fue un golpe duro para la viabilidad del proyecto.
ARodarPost viene informando desde hace meses la delicada situación que hay en esa fábrica que tiene causas internacionales, pero también locales (Ver nota)
Nissan y Renault acordaron una alianza mundial hace años que, ahora, ya fue disuelta.
Como se sabe, la empresa japonesa está negociando una fusión con otra automotriz de ese país, la poderosa Honda (Ver nota).
Pero también tiene sus consecuencias autóctonas, debido a problemas locales.
Todo está contado en las notas de ARodarPost, por lo que no es necesario ahondar en detalles.
Sólo recordar que la relación entre las dos empresas es mala.
Hasta hace unos años, Nissan tenía el poder porque fabricaba su pickup y le vendía a Renault su versión Alaskan.
La francesa estaba atada de pies y manos porque su producción estaba limitada a los eternos Logan, Sandero, Steway y Kangoo. Este utilitario tiene vida propia, pero los autos ya cuentan con muchos años y no aseguran futuro.
Tal vez, Nissan aprovechó ese poderío para tratar como hermano menor a Renault, tanto en lo operativo como en lo económico. Eso generó resentimiento.
Las estimaciones de ventas de Frontier, tanto internas como para exportación, no se cumplieron y su participación fue en retroceso.
De ahí las paradas de producción permanentes, durante parte del 2023 y 2024, que llevó a la automotriz a recortar a la mitad su volumen de fabricación (Ver nota)
Una explicación puede tener que ver con una pregunta que se hacen muchos en el sector: si no está saturado el mercado de pickups y no hay lugar para todas (Ver nota). Toyota Hilux, Volkswagen Amarok y Ford Ranger dominan el 80% del mercado y no están teniendo un problema de ventas, lo que aleja al motivo de la crisis de Nissan de un tema macroeconómico argentino, sino de alguna decisión empresaria no acertada.
En medio de todo esta situación, Renault anuncia una inversión fuerte en Santa Isabel para producir una pickup compacta, la Niagara, en ese establecimiento, lo que hace revivir a la empresa (Ver nota).
El proyecto contempla que ahora sea Renault la que fabrique ese producto y le venda a Nissan.
En poco tiempo, la situación se  revirtió: con una Frontier que recorta participación, el proyecto de Renault tiene más peso. El poder, ahora, pasó a manos francesas.
Según informaron fuentes confiables a ARodarPost, tal como se consignó en diversas notas, en Renault sienten que la presencia de Nissan en ese establecimiento es una molestia. Más, teniendo en cuenta el divorcio a nivel mundial.
El mensaje que trasciende desde adentro de la empresa francesa es que quieren que Nissan se vaya de esa planta.

Escenarios

En este comienzo de 2025, los rumores van en aumento y, en los últimos días, ya es el comentario generalizado entre proveedores y el gremio de SMATA.
Algunos sostienen que es desde el sindicato que se está filtrando la gravedad del problema. La experiencia indica que los gremialistas suelen estar bien informados.
Concretamente, la información que suena con fuerza en el sector es que la presencia de Nissan en esa planta tiene los días contados. Habría tres escenarios para su salida fabril del país, según la información que circula en distintas fuentes. La primera, es que su salida podría concretarse este año. La otra posibilidad es que se produzca cuando la fabricación de la Niágara comience a tomar ritmo, hacia el segundo semestre de 2026. Y la tercera, cuando se renueve la Frontier en México en 2027. Ante la consulta de ARodarPost, desde Nissan respondieron lo siguiente: «Nissan estudia regularmente posibles oportunidades para optimizar sus operaciones de fabricación. No hemos anunciado ningún cambio en nuestros planes de producción en Argentina.»
Si bien hay un contrato de locación vigente, todo se puede romper.
Hay mucha preocupación entre los autopartistas de la empresa japonesa por el futuro del proyecto industrial.
Aquí comienzan las especulaciones.
En 2024, se vendieron dentro de Argentina sólo 6.758 pickups Frontier, contra las 12.731 de 2023. Es un 47% menos, en un mercado global que bajó sólo 9%. El resto de la gama es importada.
Con un volumen tan bajo en ventas (en este comienzo de año, Nissan está patentando menos que Jeep o Citroën), algunos empresarios de la industria insinúan que no sería viable, en ningún aspecto, una mudanza fabril de la automotriz a otro lugar. Se especuló con la posibilidad de instalarse en la planta de Honda en Campana. De esto ya se hablaba antes del acuerdo que firmaron las dos japonesas para analizar una fusión mundial.
Esta podría ser una cuarta solución al problema, pero fuentes con experiencia en el sector, vinculadas a las principales terminales que producen pickups, creen que no es una posibilidad recomendable. Salvo que no se quiera pagar el costo económico de un levantamiento industrial y el político de dejar de producir.
Tomando el bajo volumen de ventas internas, consideran que no se justifica una producción local y que parecería más conveniente importar el modelo desde México, donde se produce a mayor escala. Algo parecido a lo que está por hacer Volkswagen con la Taos nacional (Ver nota). Se dejará de fabricar en Argentina y se importará desde México.
Esta decisión podría arrastrar a la salida de algún autopartista de Córdoba.
Con menos de 7.000 unidades de ventas locales y, en el mejor de los casos, si exportara el 70% de lo que produce (el porcentaje que las terminales dicen que hace sostenible un proyecto), el volumen de fabricación tendría que rondar las 20.000 unidades. Toyota fabrica cerca de 150.000 Hilux y Ford más de 60.000 Ranger.
«Lo más simple sería dejar de producir e importar el volumen necesario para mantener su presencia, más en este contexto de libre importación que hay desde hace un año, y que a Brasil se lo abastezca desde México.», explicó un proveedor de Córdoba. De esta manera, Nissan quedaría como una marca importadora que, además de la la Frontier mexicana, siga comercializando el resto de los modelos desde mercados externos.
El reinicio de la actividad, después de las vacaciones, y los próximos meses serán determinantes para definir el futuro de la automotriz.

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