Nissan dejará de ser socia de ADEFA (¿por qué Honda sigue si no fabrica autos?)

Horacio Alonso

La decisión de Nissan de dejar de producir en el país causó un fuerte impacto en el sector. Se trata de una automotriz de renombre mundial y larga trayectoria.

En la Argentina, hasta 2018, se había concentrado en la importación, pero, desde ese momento, pasó a ser fabricante de vehículos. En este caso, con la producción de la pickup Frontier, en la planta de la localidad cordobesa de Santa Isabel, que pertenece a Renault, compañía con la que tenía una alianza a nivel mundial.

Ahora, volverá a el rol de importador y deja a la Argentina con un jugador menos en materia industrial.

Este hecho tiene importancia en lo económico, pero también tiene un costado en materia institucional dentro del mundo automotor local:

Como fabricante de vehículos, Nissan forma parte de la Asociación de Fábricas de Automotores ADEFA).

Con la decisión de su salida fabril del país, la automotriz dejará de serlo a partir del año próximo. En diciembre, tiene previsto dejar de producir y, a partir de ese momento, abandonará la institución. La información fue confirmada a ARodarPost de fuentes de la empresa.

Este cambio resulta lógico ya que no será más productor de 0km. Sin embargo, contrasta con lo que sucede con otra automotriz que, habiendo dejado de fabricar autos hace varios años, se mantiene como integrante de esta asociación de terminales.

Se trata de Honda que, hasta agosto de 2019, fabricaba en la planta bonaerense de Campana el modelo HR-V.

Pese a esto, la compañía japonesa mantiene su sillón en la sede de la entidad, en la calle Viamonte.

La explicación de este tratamiento diferente tiene que ver con una cuestión técnica y otra protocolar.

El argumento que esgrimen en ADEFA se basa en que Nissan dejará de producir, como hizo Honda, pero no tiene planta propia. Le alquila parte del predio a Renault.

En cambio, Honda sigue teniendo su establecimiento en Campana, donde ensambla motos. Si bien mantiene la producción, el tipo de vehículo no es el que corresponde a una asociación que agrupa a terminales de autos.

La lectura que hacen en la entidad es que, más allá de que fabrique motos, mantiene su establecimiento y, en cualquier momento, podría volver a producir vehículos de cuatro ruedas. En cambio, Nissan no tiene instalación fabril.

Esta es la explicación técnica. En cuanto a la política, pasa por una cuestión de buenas costumbres y cortesía. El ser miembro de la asociación y, por determinada circunstancia, dejar de producir, es suficiente para seguir manteniendo su pertenencia a ADEFA. Por cuestión diplomática, no se le exigiría su renuncia. Honda podría abandonar la entidad por decisión propia y asociarse a la cámara que agrupa a fabricantes de motos, pero eso sería por su voluntad. Nadie se lo pediría formalmente.

En ADEFA recuerdan el caso de Fiat, cuando estaba al frente Cristiano Rattazzi, que suspendió la producción por más de tres años en la planta de Ferreyra, en Córdoba, a partir de la crisis de 2002. En ese período sin actividad industrial, se mantuvo en el mercado como importador.

Tampoco en ese momento se pensó pedirle a la marca que dejara libre su lugar en la mesa de la entidad.
«Son casos similares al de Honda», dicen en ADEFA al hablar de Honda y Fiat.

La situación de Nissan es diferente, por la cuestión inmobiliaria, y más allá de que la automotriz japonesa tenga decido dejar la entidad a la que todavía pertenece, en la calle Viamonte reconocen que, una vez que salga de línea la última Frontier, ya no tendría motivo para seguir siendo socia. ¿Su lugar será CIDOA?

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