La distorsión de precios en el mercado automotor es grande. El complejo régimen impositivo, las restricciones a las importaciones que se agravan o se flexibilizan según los gobiernos y el esquema cambiario con múltiples valores para el dólar hacen que la cotización de un 0km sufra cambios bruscos.
En los últimos días se ven casos que llaman la atención por la fuerte variación sufrida, en ese caso, por las modificaciones en la base imponible del Impuesto Interno que entraron a regir el 1° de agosto, pero también por una mayor oferta de vehículos importados.
Un ejemplo es el del Mercedes-Benz Clase C 300. El sedán de la marca alemana costaba en julio u$s118.800 de precio de lista.
En agosto, el valor oficial del modelo es de u$s94.000. Bajó u$s24.800 de un día para el otro. Esto se debió al aumento de la base imposible de las escalas del impuesto al “lujo”. La filial local buscó la forma de aprovechar este beneficio impositivo para que el C 300 dejara de pagar la segunda escala de este tributo (tiene una alícuota de 35%, pero representa una suba de 54% en el precio del vehículo) y pasó a pagar sólo la primera escala (con alícuota del 20% e impacto del 25% en el valor final).
Cuando el concesionario compra un auto a la automotriz, paga el 30% en dólares billete y el 70% restante lo pone en pesos al valor del dólar oficial mayorista. Eso permite una diferencia, según el día, entre $350 y $400 por dólar cuando se sale a vender. Esto hace que pueda haber descuentos importantes, según la necesidad de la concesionaria.
“La automotriz aumentó las importaciones y están regularizando los ingresos. Está a alrededor de 100 vehículos por mes en promedio. Mejoró la oferta de producto. En la red estamos cómodos con esta cantidad para tener una buena rentabilidad. No es la misma que había en octubre o septiembre del año pasado, que era impresionante porque no había autos. Hoy la rentabilidad es buena porque se mantiene la brecha entre el dólar oficial y el MEP”, explicaron a arodarpost desde una concesionaria MB
En el caso del Clase C 300 se está vendiendo, según algunas concesionarias consultadas por arodarblog, u$s75.000 como precio de transacción con una rentabilidad buena. Es decir, u$s43.800 menos que el precio de lista de julio.
Pero hay que tener en cuenta que, en julio, no se vendía al precio de lista sino a unos u$s85.000 “billete”. Lo mismo ahora. Esos u$s75.000 que se pagan hoy son también “billete”.
Por eso, en concretó bajó unos u$s10.000 reales.
“A medida que vayan bajando los impuestos, los autos van a tener que bajar y vamos a tener precios más razonables comparados con otros mercados y también con lo que valían los autos años atrás, como sucedió hasta el 2013, cuando empezó el problema de la brecha cambiaria. Hasta ese momento, un Clase C valía de lista u$s75.000 y no u$s94.000 como es ahora. En ese momento, se va a necesitar un poco más de volumen. Hoy con 1.000 autos alcanza a la marca para mantener el negocio, pero a valores más bajos se van a necesitar que la filial importe 2.000 autos o más”, señaló el gerente de otra concesionaria de la estrella.
De todas formas, medido al precio de transacción, este modelo ya está bastante en línea con los precios de otros mercados como España o Alemania, el país de origen de la marca.
En esos países, los valores del Clase C 300 parten de unos u$s65.000, con la misma motorización y potencia de 258 CV. Pero, en estos casos, hay que tener cuidado con las comparaciones ya que existen diferencias en configuraciones y equipamientos.
El Clase C 300 que se vende en la Argentina viene en versión AMG Line y ofrece más equipamiento que las versiones bases europeas. De todas formas, sirven de referencia.
Si bien el ejemplo es de un modelo premium, situaciones similares (aunque de otra magnitud) se registran en algunas versiones del segmento mediano con menos impacto que este.
Otros modelos de la marca alemana también bajaron de precio en este contexto. Por ejemplo, el GLA 250 4MATIC pasó de u$s117.700 a u$s90.000 de precio de lista y el GLB 250 4MATIC de u$s113.000 a u$s90.500.