Entré al supermercado y un enorme cartel me informaba que ese día tenía un 25% de descuento con la tarjeta de crédito de mi banco. Entusiasmado, me dirigí a hacer la compra. Cuando voy a pagar, mientras esperaba mi turno para pasar a la caja, me detuve a leer con detenimiento el cartel de la promoción. Debajo de los nùmeros grandes que anunciaban el 25% de descuento, había un texto con letras diminutas que aclaraba que el monto máximo del beneficio era de $20.000 por mes. Un monto menor en relación con la expectativa que generan con la cartelera. La anécdota sirve para ilustrar lo que sucede con las promociones bancarias que parecen más una estrategia de marketing que una herramienta para favorecer el consumo. El Banco Nación lanzó días atrás una línea de créditos para la compra de autos. En un mercado ávido de mayor oferta financiera, la noticia generó mucho impacto. Sin embargo, cuando se empieza a analiza en detalle y se ven las condiciones y los montos que se manejan, empiezan a aparecer los interrogantes. La famosa ´´letra chica´´. Anabella Guimarey, CEO y Co-founder de El Cero KM * escribió un artículo donde explica los detalles de esta línea financiera, el impacto real que tiene y las dificultades para acceder. A continuación, A Rodar Post reproduce ese comentario:
Cuando Banco Nación anunció su nueva línea de créditos para la compra de autos —con
hasta $100 millones, sin prenda, a tasa fija del 38%— muchos celebraron la noticia como el
impulso que el mercado necesitaba. Después de meses de incertidumbre y restricciones, la
posibilidad de financiar hasta el 100% del valor de un 0 km o usado parecía el empujón
perfecto para destrabar operaciones.
Pero como siempre, el diablo está en los detalles.
Primero: se trata de un crédito personal, no prendario. Eso significa que el scoring requerido
es altísimo. No estamos hablando de la democratización del acceso al auto, sino más bien
de un club cerrado para quienes ya tienen un historial impecable con el Banco Nación.
Algunos clientes de El Cero KM, apenas se lanzó, probaron suerte… y les ofrecieron $2
millones. Una línea de hasta $100 millones, pero que en la práctica, para la mayoría, se
parece más a un “raspá y ganá” donde el premio mayor es inalcanzable.
Segundo: es cierto, no hay gastos de otorgamiento ni prenda, y el patentamiento baja un
poco porque se eliminan costos asociados. Eso es un plus. Pero algunos concesionarios ya
encontraron la forma de “compensar” y están cobrando entre un 4 y un 6% de “gestión
comercial” para tramitar el crédito. ¿Competencia o negocio privado?
Y tercero: la “maniobra” de algunos concesionarios que te obligan a patentar con ellos
—cuando no hay prenda, no tiene demasiado sentido—. Pero es justamente ahí donde
aparecen otros gastos ocultos, que muchas veces no te cuentan hasta que estás firmando.
Este tipo de prácticas son las que siguen alejando a los consumidores de las concesionarias
tradicionales, y por las que cada vez más personas buscan opciones directas, sin sorpresas.
Lo mejor que trajo este anuncio es que se suman jugadores a la cancha. Las terminales,
Santander, Galicia y ahora el BNA ofrecen distintas opciones, y eso empuja a la baja los
costos y amplía el abanico. En El Cero KM, la mayoría de nuestras concesionarias ofrecerá
este crédito, pero ojo: los cupos son apenas 1.000. Y en Argentina, 1.000 créditos no
mueven el amperímetro de un mercado donde se venden decenas de miles de autos por
mes.
Mi opinión: estos créditos son una buena noticia, pero no nos dejemos engañar. No son la
solución mágica ni un cambio de paradigma. Son una alternativa más —válida, bienvenida—
dentro de un mercado que sigue siendo complejo. La recomendación para los compradores:
comparar, preguntar, hacer cuentas… y no dejarse llevar por los titulares.
Y a los que toman las decisiones: si queremos un mercado dinámico y un acceso real al
crédito, hace falta pensar más allá de las acciones de marketing. Hace falta facilitar el
acceso, generar confianza y dejar de hacer que sacar un crédito sea —literalmente— más
difícil que entrar a Harvard.
Mientras tanto, en El Cero KM seguimos apostando a conectar personas reales con opciones
reales. Con créditos que se consiguen, precios transparentes y condiciones claras. Porque
eso, al final del día, es lo que más vale.
*El Cero KM es el primer marketplace de autos nuevos que permite acceder a un 0KM sin necesidad de pisar una concesionaria ni hablar con un vendedor: elcerokm.com