Se necesitan en Argentina el doble de salarios que en Uruguay para comprar un 0km y el triple que en Chile

Horacio Alonso

Los precios de los autos en la Argentina son caros. En cualquier comparación que se haga, el resultado va a mostrar que comprar un 0km en el país no es accesible para la mayor parte de la gente.
Este año se venderán unas 410.000 unidades. Un número bajo si se tiene en cuenta la población cercana a los 47.000.000 de personas.
Esto pone a la Argentina entre los países que vende menos vehículos nuevos por habitante (Ver nota)
Una explicación es, entonces, el alto precio de los autos que está motivado, en gran parte, por la fuerte presión impositiva.
En el valor de un 0km que se vende en el país, el 54% corresponde a impuestos. Es mucho mayor si se tienen en cuenta los modelos que pagan el impuesto al “lujo”.
Pero el otro componente que hace que sea difícil llegar a un 0km no es sólo el precio de los autos sino el bajo nivel de los ingresos.
Si bien hay una mejora en los niveles de los salarios, como consecuencia de una reducción del ritmo de la inflación, todavía están lejos de recuperar el poder adquisitivo de años atrás. También si se mide en dólares, los sueldos ganaron terreno en los últimos meses.
El gobierno aumentó este jueves el Salario Mínimo Vital y Móvil y lo llevó en diciembre de $271.571, que regía desde octubre, a $279.718.
Es un buen momento para actualizar la relación entre ingresos y valores de los autos.
Como ejemplo se puede tomar el Renault Kwid, recientemente lanzado, que es el 0km más barato del mercado argentino.
Días atrás, Arodarpost publicó una nota que compara su precio con el valor que se vende en la región y la conclusión es que, salvo Bolivia, en la Argentina tiene el precio más alto (Ver nota). Su precio es de $17.900.000
Para comprar ese modelo, el más económico del mercado local, se necesitan ahora – con el ajuste anunciado por el Gobierno – 64 SMVyM.
Lógicamente, también en esta comparación, la Argentina queda mal parada.
El país que más se aproxima para comprar el mismo modelo es Brasil, donde se fabrica. Se requieren 53 salarios (cuesta 76.090 reales y el salario mínimo es de 1.412 reales).
Otros países de la región, ya muestran diferencia importantes. Es posible que, en algunos casos, no coincidan las versiones – se toma siempre el modelo más accesible -, pero la diferencia no altera de forma importante la comparación.
En México, por ejemplo, el Kwid más económico cuesta 281.200 pesos mexicanos. El salario mínimo varía según la región. El valor general es de 8.364 pesos. Esto hace que se necesiten 33 salarios para comprar ese vehículo. En cambio, el salario mínimo en Zona de Frontera Norte es de 12.596 pesos, lo que hace que se necesiten 22 salarios.
En Colombia se necesitan 31 salarios mínimos, En Uruguay 29 y en Chile – siempre el país más competitivo – hacen falta 23 salarios mínimo, si se toma el precio de lista (11.390.000 pesos chilenos, sin bono), pero baja a 16 salarios si se compara con el precio con descuentos (7.990.000 pesos chilenos).
A esta ventaja que tienen estos países por un mejor poder de compra de los salarios hay que sumarle que cuentan con financiación a tasas muy bajas y buenos plazos.
La comparación se hace con salarios mínimos debido a que para otro tipo de ingresos (salario industrial, promedio y demás) es difícil conseguir la información y difieren las formas de cálculos entre países.

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