El presidente Javier Milei y su par brasileño Luiz Inacio “Lula” da Silva no mantienen una buena relación. Todo lo contrario. Sus ideas los separan y no pierden oportunidad para cuestionarse mutuamente.
No hubo foto conjunta, ni diálogo telefónico, ni visita oficial del uno al otro. Se ignoran. Sin embargo, la relación comercial entre los dos países sigue adelante y, para Argentina, Brasil es uno de los mercados más importantes para sus productos.
También, para el país vecino, los consumidores argentinos son codiciables.
En el sector automotor eso se evidencia de forma clara. El régimen común entre los dos países estableció las reglas de juego para intercambiar vehículos, un sistema que viene funcionando desde hace tres décadas.
Pese a las rispideces entre ambos mandatarios, “Lula” debería agradecerle a Milei los cambios económicos que lleva adelante.
Pese a estar ideológicamente en línea con el kirchnerismo, la gestión de Alberto Fernández no fue in tiempo feliz para Brasil en materia automotriz.
La falta de dólares y el cepo importador afectó, principalmente, al socio del Mercosur.
En cambio, la apertura dispuesta por Milei lo está beneficiando.
Todo por este dato: Brasil es el país de origen del 85% de las importaciones de 0km que realiza la Argentina, según los datos que figuran en el sistema de estadísticas de ACARA. Casi el monopolio.
En los últimos meses, las importaciones de vehículos están creciendo.
Mientras en los primeros nueve meses del año pasado, el 34% de los autos que se vendían en el mercado local llegaban del exterior, en lo que va del 2024 representan el 43%.
Si se tiene en cuenta que el fin de las restricciones para importar se anunció en diciembre pasado, pero llevó algunos meses que funcionara con normalidad, ese número no es representativo de lo que sucede hoy.
Según los cálculos de las automotrices, el ritmo de importación de los últimos meses ya es mayor. Ronda el 50% del total de las ventas y se estima que para 2025 superará el 60%.
Este crecimiento de las importaciones de autos se produce en un momento en el que el mercado general está 10% abajo del 2023.
Se patentarán este año algo más de 400.000 unidades contra las 450.000 del 2023.
Esto quiere decir que las importaciones crecen en un mercado más chico.
Para Brasil, aunque hoy se vendan en Argentina menos 0km que el año pasado, el saldo es positivo porque está creciendo la participación de importados.
De esos 450.000 0km del 2023, 153.000 fueron importados, de los cuales 130.000 llegaron de Brasil.
Con un mercado actual de 410.000, pero con 43% importado, los 0km del exterior representan 176.000 unidades. De ese número, 149.000 son brasileños.
Con un mercado argentino más chico, Brasil está vendiendo 20.000 autos más.
Si se tiene en cuenta que el ritmo actual de importación ya es mayor del 50% y para 2025 se espera un 60%, con un mercado que podría llegar a 500.000 unidades, Brasil podría vender cerca de 250.000 autos. Una cantidad bastante superior a las 149.000 del 2023.
Esto muestra la “Brasildependencia” en materia de importaciones de la Argentina.
Lo que también refleja es la oferta limitada de modelos importados ya que casi nueve de cada diez 0km que llegan del exterior provienen de Brasil y lo hacen sin arancel extrazona de importación.
Esto le pone un techo a la variedad de marcas y modelos de otros mercados que, en muchos casos, fabrican vehículos más avanzados tecnológicamente, en todos los aspectos, que los «made in Mercosur».
Para tener una idea es bueno conocer cómo se reparte el mix de importados.
El segundo mercado de origen de los importados que se venden en la Argentina ya es China, con 7,38%.
Aquí hay que tener en cuenta que no sólo se trata de modelos de marcas de ese país sino que también se cuentan los de marcas tradicionales que fabrican en el gigante asiático y envían sus autos a la Argentina. El ejemplo es el de la Ford Territory.
El tercer mercado es México, país con el que se tiene también un acuerdo comercial y que, hasta hace poco, era el segundo mercado de origen en importancia.
Después siguen Tailandia, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y Uruguay con 0,3% a 1.2% de participación.
El resto está compuesto por otros países con presencia simbólica.
Por ejemplo, con origen en Alemania, se patentaron 13 unidades en lo que va de octubre y de Italia sólo 9.
Todos los vehículos que no llegan del Mercosur o México deben pagar un arancel externo de 35%. Esto los saca del mercado por competitividad.
Por eso, cuando se habla de “apertura” importadora hay que mirar sólo a Brasil que es el país que se beneficia en este esquema. Un favor impensado que Milei le hace a Lula.
Apertura automotriz: el inesperado favor que Lula le tiene que agradecer a Milei
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