Por Horacio Alonso
La Argentina se encareció en dólares en los últimos meses y el sector automotor es uno de los que más sintió el impacto. El problema es que, más allá de la cuestión cambiaria, los 0km sufren la alta presión impositiva y terminan siendo carísimos.
Ya se sabe que sobre el precio de venta de un vehículo más del 50% son impuestos. Esto es como mínimo. Hay muchos modelos que tienen un recargo superior porque pagano el denominado impuesto al “lujo”.
Otro caso es lo que pasa con los autos “ecológicos”. Hasta el año pasado regía un beneficio arancelario para estos modelos que se importaban fuera del Mercosur y México. Lo que se conoce como “zona extra”. Existe un cupo anual que se iba renovando. Lo que se buscaba con esa ventaja era alentar la compra de vehículos con este tipo de tecnología amigable con el medio ambiente.
El gobierno anterior dejó que cayera la preferencia arancelaria y la gestión actual no dio señales de reponerla.
Los 0km, tanto nafteros como diésel, que vienen de esos terceros países tienen que pagar un arancel del 35%. Con ese beneficio impositivo, los vehículos “verdes” pagaban menos. Los eléctricos, sólo un 2%, mientras que los híbridos abonaban un 5%.
Al no haber un nuevo decreto, hoy deben pagar el 35%.
Ejemplo
El dato curioso es cuantos más paganos los argentinos para adquirir este modelo.
Las versiones Van medianas de techo normal o elevado, según los precios que difundió Ford en Expoagro, cuestan, al cambio oficial, entre u$s101.000 yu$s105.000.
Si se toma al valor “blue”, es menos (entre 88.000 y 91.000 dólares billete), pero la comparación más lógica no es esa, ya que sería el precio que paga el comprador, sino la del tipo de cambio oficial que es al valor por el que se importa.
Este modelo se vende en muchos mercados. Por ejemplo, en España. En ese país, el precio de venta al público de estas versiones ronda los 70.000 euros con impuestos incluidos, pero con incentivos fiscales y descuentos se consigue entre los 53.000 y 55.000 euros. Es decir, unos u$s60.000.
Obvio que, a estos precios, no habrá cola para comprar y quedará para algunas compañías importantes que quieran mostrar una imagen ecologista.