Primer día de 2025 y las expectativas para el mercado automotor son positivas. Al menos, en cuanto a volumen. Como se sabe, las estimaciones de fabricantes, importadores y concesionarias hablan de un mercado de más de 500.000 unidades y, algunos, se aventuran a llegar a los 600.000 0km. En la Argentina todo puede cambiar, pero es eso lo que se supone que sucederá en los próximos meses.
En los últimos días, con motivo de eventos de fin de año y saludos por las fiestas, hablé con muchos empresarios del sector. Puede ser interesante resumir qué piensan respecto al futuro inmediato
Más allá del número en ventas al que se llegue, hay un consenso claro de que será un año de mayor competencia.
El 2024 estuvo partido en diferentes realidades. El cambio de modelo, la incertidumbre, las nuevas reglas de juego hicieron que no se pueda tomar como un todo. Tuvo un mal comienzo y un mejor final.
Sin embargo, para 2025 se espera mayor previsibilidad y estabilidad. Más equilibrado. Parecido a lo que sucedió en esta última parte del 2024, pero sin el condicionamiento de un cierre de año que siempre le pone un límite a las estrategias de las marcas.
Desde mañana, 2 de enero, hay todo un año por delante para jugar las fichas libremente.
La mayor competencia es buena para el consumidor. Poder elegir es positivo. Pero más allá de tener más opciones y satisfacer sus gustos, la competencia tiene un efecto económico y tiene que ver con el poder del comprador.
Precios
En un mercado desabastecido, como lo fue 2023, las reglas las ponían las empresas con sobreprecios. Los próximos meses serán más favorables para el que compra.
Eso no quiere decir que los precios vayan a bajar y vamos a tener los 0km a valores como los de Chile. Quiere decir que más gente va a poder acceder a un 0km porque su actualidad económica se lo permite. Al que no llega a fin de mes, no le van a regalar un auto. Hay que ser lógicos. El que esté en esa situación, puede dejar de leer esta nota en este momento. Le escribo para el que tiene cierta capacidad de ahorro.
A la mayor competencia, hay otros factores que jugarán a favor del consumidor, siempre y cuando se mantenga el actual contexto macro: inflación baja y dólar calmo.
Uno es la financiación. Va a haber más crédito a mejores tasas. El que lo pueda aprovechar, estará más cerca de un 0km que el año que se acaba de ir.
Los precios van a seguir aumentando al ritmo que la demanda y la inflación lo permita. Toyota, por ejemplo, ya adelantó que sube su lista en el orden del 2,7% desde mañana. Las otras marcas la seguirán.
En estos casos, los que lo sufren son los que suscribieron un plan de ahorro, pero lo sabían desde que se anotaron. Habrán realizados los cálculos y les habrá parecido conveniente este sistema. Otros, consideran este sistema como una estafa. Hay gustos para todos.
En cambio, el que compre por venta convencional se favorecerá con mayores descuentos y mejor financiación.
Otro punto a favor es lo que está sucediendo en Brasil. El real se devalúa y baja el costo de importación de autos desde ese país. Habrá mucha más oferta por ese lado. Hay que tener en cuenta que el 85% de los 0km que llegan del exterior son brasileños.
Más competencia, más descuentos, mejor financiación. Ese es el panorama del mercado para 2025 para el consumidor. Muchos me preguntan, con frecuencia, si es conveniente comprar el auto en tal momento o esperar. No hay una respuesta única. Cada uno tiene realidades y necesidades distintas, pero este es el escenario más probable y cada uno sabrá si le conviene esperar o no para tomar la decisión. Es dinámico. Algunos pueden esperar a la llegada de algún nuevo modelo que estén esperando. Va a ser un marcado más variado.
La contracara de esto es lo que sucede en las concesionarias. En las fábricas también, pero son compañías con más espalda. Los dealers se mueven con otros parámetros.
Hablé con muchos vendedores y todos reconocen que, salvo excepciones de marcas o modelos puntuales, los últimos meses estuvieron vendiendo al costo o por debajo. Es decir, no cobran el dinero que necesitan para reponer la misma unidad. Se descapitalizan.
El que crea que esto es mentira, tiene una segunda oportunidad para dejar de leer. Sigamos.
Es cierto que el año pasado y el anterior, las concesionarias ganaron mucho dinero con los sobreprecios. Ese colchón les permite manejar la situación, pero no todas están en las mismas condiciones. Algunos ya pusieron, en los últimos meses, buena parte de esa ganancia extra. Otros, todavía tendrán liquidez. Algunos no querrán ponerla. No importa, Cada uno hace lo que más le conviene. Es el libre mercado.
Pero ya hay concesionarias que navegan bajo el nivel del agua y no son un submarino.
Ajuste
El dueño de concesionarias de distintas marcas (nacionales e importadas) de la zona oeste y sur del GBA y algo de Capital (lo aclaro para que algunos no crean adivinar que es un carismático y reconocido empresario de la zona norte) me comentaba ayer que el veía un achicamiento de la red comercial por la competencia que se viene. No lo decía a título personal, porque – según me contó – su empresa está “prolija” y no corre el riesgo, por ahora, de ningún ahogamiento financiero. Se refería a colegas que no se vienen manejando con la misma prolijidad.
Veo un ajuste en el sector este año. Vamos a quedar menos concesionarias con más participación cada una. El negocio no va a dar para todos y los que están en rojo, la van a pasar mal. La ganancia va a venir por más volumen y no por más rentabilidad. Va a ser muy baja o nula. Obvio, que la cuenta cierra por los ingresos de posventa”, le explicó a Arodarpost. Esto va a hacer que haya una disparidad importante entre una concesionaria y otra, según su necesidad financiera, por lo que el comprador puede encontrar mayores descuentos lo que significará precios de transacción más bajos. No va a haber un valor uniforme. Habrá que caminar.
Otro dueño de concesionaria – en este caso exclusivo de una sola marca, pero de gran perfomance y sólida – reconoció que tuvo una baja de más de 15% en la venta de 0km y usados respecto a 2023 y que los ingresos totales – a valores constantes – le bajaron 10%. Que tuvo una caída marcada en su modelo más vendido – de producción nacional -, mientras que se mantuvo en los modelos que llegan de Brasil porque no sobran.
Tengan en cuenta un factor importante. Si ustedes, como clientes, sienten que están en desigualdad de condiciones con las concesionarias y reconocen “abusos” por parte de los vendedores, los dealers dicen lo mismo de las terminales: le aumentan los precios, les obligan a comprar determinada cantidad de unidades, les ponen objetivos comerciales y, en gran parte, el descuento lo tienen que hacer las concesionarias a costa de su rentabilidad.
Un último dato para ilustrar un poco lo que pasa en el sector, por ejemplo, es que también algunas terminales llegaron a fin de año con un escenario financiero difícil. Se comenta que una automotriz terminó 2024 con varias decenas de millones de dólares abajo. Algunos dicen que se acercó a las tres cifras. Es difícil de comprobar, pero está el comentario en el mercado.
También es cierto que todo depende de cómo se hagan las cuentas. Al tener fábricas en Argentina y Brasil, muchas veces, lo que se hace perder de un lado sirve para que se gane en el otro y, a la casa matriz, le da igual. Esos balances cruzados son muy difícil de conocer y todo queda en rumores que se echan A Rodar.
Pobre gente che, la verdad hay que hacerles un monumento a los empresarios automotrices, siempre perdiendo plata pero siempre al pie del cañón ..