En un mercado que crece y que ya no tiene restricciones de importación, la oferta de modelos es cada vez más variada y hay para todos los gustos. El segmento de las pick-ups full-size tiene exponentes de marcas fuertes como RAM, Chevrolet y Ford. Es un nicho pequeño, pero con un público muy específico. La F-150 del óvalo ofrece una gama amplia con un perfil bien diferenciado en cada versión.
1 – En los últimos meses, hay tres segmentos de vehículos que manejo con más frecuencia y que hace uno o dos años eran una excepción: chinos, eléctricos o pick-ups full-size. En este último caso, tuve la oportunidad de empalmar dos préstamos seguidos de Ford: la F-150 Tremor y la F-150 Lariat Hybrid. Fue interesante porque me sirvió para comparar dos pick-ups básicamente iguales, pero bien diferentes y tener bien presente las sensaciones bien marcadas que produce cada una. La Raptor es la más extrema y la manejé hace algunos meses, por eso no cuenta esta vez. La línea, con la Raptor a la cabeza, se renovó el año pasado (se comercializaba desde 2020) y en ese momento también se presentó el restyling de la Lariat y se sumó la versión Tremor.
2 – En cuanto al diseño exterior hay diferencias porque apuntan a conceptos distintos. La versión Tremor está más orientada a un perfil off-road, pero no tan salvaje como la Raptor, que ofrece otras prestaciones más exigentes. Pero esto no le quita espectacularidad. Es una pick-up enorme, imponente, con estribos negros, detalles naranjas en los laterales y la trompa, llantas oscurecidas. Transmite una imagen de un vehículo que le gusta meterse en el barro. El despeje del suelo es de casi 24 centímetros. Cuenta con un detalle interesante. El portón de la caja se puede abrir para abajo (se activa de forma electrónica) o de forma lateral. Es útil cuando se lleva un remolque. En cambio, la Lariat es más elegante y menos llamativa. Tiene muchas partes cromadas, como las llantas, y transmite un aire más lujoso y urbano, aunque no sea un vehículo para la ciudad. Parece más un SUV con una caja de carga enorme.
3 – El interior de las dos versiones, obviamente, es gigante. Hace que el habitáculo de una pick-up mediana parezca chico. En el caso de la Tremor, se repiten los detalles color naranja, ahora, en las costuras de los asientos, en el panel de instrumentos o en las inscripciones Tremor que se leen en los respaldos de los asientos. Los materiales y terminaciones son de calidad. Ambas vienen importadas de Estados Unidos, lo cual le otorga un piso de exigencia de nivel alto. La Tremor no es para nada un vehículo rústico, pero no llega al refinamiento de la Lariat, donde también abundan los cromados. Las butacas tapizadas en cuero dan una sensación de lujo. Son como dos vehículos similares, con sutiles diferencias para una pick-up de gran porte. La pantalla multimedia gigante se repite en las dos versiones, Lo mismo sucede con la tapa del gran portaobjeto central que funciona como una mesa. Se puede ampliar replegando la palanca selectora de marchas, lo que ofrece una gran superficie de apoyo. Todo es muy tecnológico en ambos casos.
4 – La Tremor tiene el motor Coyote V8 de 5 litros. Es el mismo que lleva el Mustang. De todas maneras, es menos potente que el 3.5 litros V6 de la Lariat (igual al de Raptor) que eroga 405 cv del turbonaftero y 44 cv del motor eléctrico que dan una potencia combinada de 436 cv, contra los 406 cv y 556 Nm de la Tremor. La caja automática es de 10 velocidades y tracción 4×4 desconectable con reductora.
5 – Si bien hay diferencias estéticas entre las dos versiones, el gran contraste se percibe en el manejo. Son dos mundos distintos. Primero me tocó manejar la Tremor. Que el motor sea el mismo del Mustang queda claro ni bien se enciende. El rugido ronco inconfundible está presente. La gente se da vuelta para ver qué está pasando. Apenas se pisa el acelerador, la pick-up da un salto que anticipa que estás en algo bien potente. No es lo mismo que la Raptor, pero sobra empuje. Está claro que no es para andar por zona urbanas. Ya lo dije sobre otras full-size. No es aconsejable. Va a ser difícil moverse, hacer maniobras, estacionar. Además, es peligroso para el resto. Es un bicho para otro hábitat. Es como querer tener un león como mascota de departamento. Claro que, en la ruta o el off-road, la sensación va a ser otra. Pero siempre va a ser un vehículo más difícil de mover de salida. Las cubiertas que calza son para salir del asfalto ¿Pesado? Todo depende comparado con qué. Ahí es donde empiezan las mayores diferencias. La Lariat es silenciosa por el arranque eléctrico, pero cuando se conecta el motor térmico no se escucha nada estruendoso. Es bastante suave. Y así es su andar. Es tremendamente ágil. Da la sensación de estar un vehículo más chico de lo que es. Eso no implica decir que se siente menos la potencia. Es otra cosa. Un confort de marcha más racional. Las prestaciones, para un uso normal, son eficientes en los dos casos. Incluso en off-road. Si te gusta la aventura y te la pasás en el ripio o barro, la Tremor va a ser la mejor opción. Pero la Lariat no te va a dejar enterrado. Es para dos usuarios diferentes. Una semana con la Tremor estuvo bien, pero al usarla para moverme diariamente, aunque ni me acerque a CABA, fue el tiempo justo. En cambio, la Lariat daba para más
6 – La diferencia está, también, en el consumo. Es lógico. Un V8 contra un híbrido. De todas formas, el que se compra una Tremor no va a tener problemas del gasto del combustible. Como tampoco el que se compra una Lariat lo hace para ahorrar. La decisión pasa por gustos y estilos. La Tremor marcó un promedio de 17 litros cada 100 kilómetros. La Lariat, 7,9 litros.
7- Tienen distintos modos de manejo para las preferencias de cada conductor o situaciones. Una vez en ruta y arriba de los 120 kilómetros por hora, las diferencias del confort de marcha se achican. Debajo de eso, la movilidad de la Lariat hace que sea más placentera, pero esto es una cuestión más personal. El que se excita con el rugido de arranque de la Tremor (acelera de 90 a 100 km/h en menos de 6 segundos) va sentir a la Lariat como sosa. Pero las dos son eficientes y cuando se las pisa a fondo responden.
8 – Se trata de dos vehículos de alto nivel y eso se manifiesta en rubro de seguridad. Tienen todo los básico y un amplio paquete de asistencias a la conducción dentro de Ford Copilot 360. También ayudas para manejar con tráiler. La F-150 obtuvo la máxima puntuación de los dos principales organismos de seguridad de Estados Unidos.
9 – En confort, están bien equipadas. Por ejemplo, cuentan con doble vidrio en las puertas delanteras (con cámara de aire) para ofrecer una mejor insonorización. Ajustes eléctricos de las butacas y pedalera. También de la columna de dirección. Eso es muy práctico. Las butacas cuentan con calefacción y refrigeración, el asiento trasero se transforma en cama. Tienen Head Up Display, techo panorámico y mucho más. Por ejemplo, tienen el sistema Pro Power Onboard que posibilita dar energía a equipos eléctricos. Ideal cuando se va de viaje.
10 – El precio de la F-150 Lariat y la F-150 Tremor es de $116.768.800. La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros.