Las 10 claves del Renault Arkana E-Tech Hybrid Esprit Alpine

Horacio Alonso

Después de unos años deambulando por rumbos inciertos, Renault decidió retomar la senda que le dio fuerza a la marca con productos más sólidos, tanto en diseño, calidad y target de mercado. La automotriz definió una nueva estrategia a nivel mundial – a la que llama Renaulution – que es el centro de este cambio y que se basa en una renovación profunda de su gama de modelos (además de apuntar a mejorar su rentabilidad). En este esquema, se podría ubicar a vehículos como el Arkana, que apuntan a buscar un público más exigente.

1 – Hace uso meses, Renault Argentina lanzó el Arkana E-Tech Hybrid Esprit Alpine y generó debate. Primero, en cuanto al segmento al que pertenece: B (chico) o C (compacto). Una discusión que queda para detallistas. También el tipo de motorización dio que hablar. Se trata de un hibrido, pero suave. Lo que se conoce como mild hybrid. Aunque su lanzamiento estaba planeado antes del anuncio del Gobierno del régimen de importación de autos ´´ecológicos´´ sin arancel de 35%, la mecánica del modelo le permite acceder a este incentivo. Se ofrece en una única versión y llegada importado de Corea del Sur.

2 – La primera impresión que se tiene cuando se ve el Arkana es un salto de calidad en cuanto al diseño que Renault tenía reservado para estas tierras. Se lo ve con una personalidad fuerte, elegante y moderno. Es un crossover. Más allá de las cuestiones técnicas, se lo puede definir algo así como un sedán más alto y con una línea más agresiva o deportiva, pero sin llegar a ser un SUV. Teniendo en cuenta la oferta actual de la marca francesa, este Arkana de 4.56 metros de largo viene a ocupar, de alguna forma, el espació que dejó el Fluence (Seguramente a la gente de Renault no le guste esta comparación). No son lo mismo, está claro, pero muchos usuarios del tres volúmenes que se fabricaba en el país pueden encontrar en este modelo un muy buen recambio si no quieren saltar a un SUV. La trompa es llamativa con una parrilla con un enrejado muy original enmarcada por el sistema de luces LED, también con una forma novedosa. Se nota que se trabajó mucho en el diseño general del modelo para atraer las miradas. El lateral mantiene esa apuesta estética ambiciosa con una silueta fastback, como mandan estos tiempos, y muy buen remate de la parte trasera. El gusto es opinable, pero está claro que el Arkana tiene atributos para sumar adhesiones.

3 – Esta mejora estética que está presente en el exterior es mayor cuando se ingresa al vehículo. Se percibe un habitáculo agradable y con buenos materiales. El hecho de producirse en Corea del Sur puede hacer que se note la diferencia sobre modelos fabricados en el Mercosur. Algunos detalles, como en el tapizado, costuras del volante o cinturones de seguridad, con un azul Francia muy elegante, identifican el estilo Esprit Alpine. El tablero digital de 10,2 pulgadas y la pantalla multimedia de 9,3 pulgadas, de forma vertical, le dan un toque de modernidad interesante. Concentran toda la información necesaria del vehículo y el manejo de algunas funciones. Lo bueno es que tiene algunos comandos físicos que facilitan su uso cuando se está manejando ya que no requieren quitar la vista del camino. Es una buena combinación de tecnología y funcionalidad. El volante y las butacas revestidos en cuero ayudan a mejorar la percepción del vehículo. Hay que resaltar lo cómodas que son las butacas y el buen agarre que ofrecen. Tienen regulaciones eléctricas que, sumado al ajuste en altura y profundidad del volante, permiten encontrar la posición de manejo ideal para cada conductor. Cuenta con techo panorámico, lo que mejora la luminosidad del habitáculo. Las plazas traseras están pensadas para tres pasajeros, aunque dependerá la contextura de cada uno de ellos para definir la comodidad. El baúl tiene una capacidad de 513 litros, casi lo mismo que el viejo Fluence. La visibilidad por la luneta trasera no es la mejor, debido al remate de la cola, pero no es algo para alarmarse. El balance del interior es muy positivo.

4 – Está equipado con un motor 1.3 litros naftero, pero es un mild hybrid. Es decir, no es un híbrido full. ¿En qué consiste la diferencia? En que tiene una pequeña batería de 12 volts que asiste al motor térmico y se recarga con el mismo motor, pero nunca envía fuerza directamente a las ruedas como un híbrido clásico. Es una solución intermedia que apunta a mejorar un poco el consumo y reducir la contaminación sin un cambio más profundo y costoso. La potencia que ofrece es de 140 cv con un torque de 260 Nm y el motor está acoplado a una caja automática de siete marchas y doble embrague. La tracción es delantera.

5 – A la hora de manejarlo, el Arkana vuelve a agradar. Es muy ágil y confortable. Bastante silencioso. En ciudad se mueve con soltura (como si fuera del segmento B) y en ruta se lo siente bien estable (como si fuera del segmento C), más allá de ser un poco más alto que un sedán clásico. El mayor despeje del suelo hace que se maneje sin temores cuando se enfrenta una cuneta o lomo de burro. La caja de cambio es muy eficiente, con buena respuesta e imperceptible al paso de las marchas. Actúa segura en maniobras de sobrepaso. La suspensión es un tanto firme. En ciudad, se sienten un poco las irregularidades del terreno. Tal vez esto esté más marcado por llevar neumáticos de perfil un poco más bajo. En ruta, ofrece estabilidad. El sistema Star & Stop es un poco brusco. Cuando se quiere volver a retomar la marcha pega un tirón un poco molesto. Hay que tomarle la mano o desactivarlo. Un buen punto a favor es el frenado. Muy eficiente.

6 – El sistema de hibridez suave, como se dijo, no envía potencia directamente a las ruedas. Está para ayudar al funcionamiento del motor y hacerlo más eficiente. Esto se produce mediante el sistema Sailing Mode o Modo Velero que se activa cuando se desacelera. Por ejemplo, cuando se circula en un tramo de pendiente o con el control de crucero adaptativo y el terreno no tiene subidas y no exige acelerar. En esos momentos, el vehículo es como que ´´flota´´. Se apaga el motor y se deja llevar sin perder velocidad. Esto hace que se consuma menos y genere menor emisión de gases.

7 – En cuanto a las prestaciones, el consumo a 120 kilómetros es de alrededor de 6 litros y puede llegar a 5 litros si se maneja a 100 km/h. En ciudad, está por arriba de 8 litros. El tanque tiene una capacidad de 50 litros. No está pensado como un modelo deportivo. Es un vehículo de perfil familiar. El motor trabaja con ese criterio por lo que la respuesta apunta más al confort y el consumo que a aceleraciones extremas.

8 – En cuanto a seguridad, el Renault Arkana tiene sus puntos fuertes. Cuenta con seis airbags, anclajes Isofix, y una muy buena dotación de ADAS con control de crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, alerta de punto ciego, entre otros. (Ver ficha técnica).

9 – En el equipamiento de confort cuenta con volante y butacas delanteras calefaccionadas, climatización también para las plazas traseras, salida de 12 voltios, USB A y C. cargador inalámbrico, sistema Easy Link compatible con Android Auto o Apple Car Play y techo panorámico. Lo malo: el neumático de repuesto es temporal (ver ficha técnica)

10 – El Renault Arkana E-Tech Hybrid Esprit Alpine cuesta $48.210.000 y ofrece una garantía de tres años o 100.000 kilómetros.

Link para descargar ficha técnica

 

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