Entre tantas novedades que llegan al mercado automotor, las marcas chinas están tomando preponderancia. Especialmente, por el beneficio del no pago del arancel de importación extrazona de 35% pata vehículos híbridos o eléctricos.
Ayer se presentó una nueva automotriz de ese país. Se trata de GAC que llega con una gama de cuatro modelos donde hay híbridos, eléctrico y a combustión (ver nota).
Como sucede en estos casos, un tema interesante tiene que ver con los precios.
En la Argentina se vienen reduciendo algunos impuestos, como fue la quita del Impuesto PAÍS, para toda la economía, o la eliminación de la primera escala del impuesto al ´´lujo´´, en el caso específico del sector automotor. Esto hace que los valores de los 0km se acomoden a la nueva realidad. En este caso, se suma el no pago del 35% de arancel.
Dos de los modelos – el SUV híbrido Emkoo y el eléctrico Aion ES – son importados con este beneficio arancelario. Es decir, llegan con un valor FOB de u$s16.000 o menos, como establece el nuevo régimen.
El precio anunciado ayer por Avantex, distribuidor oficial de GAC – es de u$s33.800 para los dos modelos.
Por esta baja tributaria, estos dos vehículos cuestan ahora igual o menos que en Brasil. Por ejemplo, en Emkoo vale en el país vecino u$s36.200, mientras que el Aion ES sale u$s32.300, un poco menos que en la Argentina.
Distinta es la situación con Chile, la economía más abierta de la región, más competitiva y con los mejores precios que, además, no tiene fábricas automotrices. Importa todo. En ese país, el Emkoo cuesta u$s17.655, en tanto que el Aion ES se ofrece desde u$s23.000.
La diferencia sigue siendo grande, aunque siempre es bueno destacar la baja presión tributaria del país trasandino.
Hay que tener en cuenta que, más allá del no pago del arancel externo extrazona, un auto que se importa de China, entre impuestos, márgenes y demás costos, incrementa su valor en más de 110% (ver nota). De estamanera, un vehículo que entra a u$s16.000 pasa a costar arriba de u$s34.000, según los márgenes que se apliquen.
Es por eso que queda descolocado contra Chile, aunque ahora se alinea con los valores de Brasil, un país, también, con alta carga fiscal y una fuerte industria automotriz instalada.
En el caso del SUV GS8, que paga el 35% de arancel, en la Argentina se empezó a vender en u$s60.000, mientras que en Chile vale u$s27.000
