A la par del reclamo de los autoprtistas argentinos (Ver nota), cuatro automotrices de Brasil reclamaron al gobierno de ese país que frene la llegada de empresas chinas y pusieron en duda los planes de inversión que tienen previstos para los próximos años. Así lo consignó el medio Agencia Brasil en un artículo que se repoduce, parcialmente, a continuación:
Una disputa por el mercado brasileño ha enfrentado a BYD, un fabricante chino con creciente presencia en Brasil, contra Toyota, General Motors, Volkswagen y Stellantis.
Representados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), que lleva más de siete décadas en Brasil, estos fabricantes publicaron una carta enviada al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en junio.
Las empresas afirman que sus inversiones y empleos están en riesgo si el gobierno acepta la solicitud de BYD de reducir temporalmente el arancel de importación para coches eléctricos o híbridos desmontados.
«La importación de conjuntos de piezas no será una etapa de transición hacia un nuevo modelo de industrialización, sino que se transformará en un patrón operativo que reducirá el proceso productivo nacional», indica la carta publicada por el presidente de Volkswagen, Ciro Possobom.
La carta destaca que la industria planea invertir R$ 180 mil millones en los próximos años y que este ciclo de fortalecimiento industrial se verá amenazado si se fomenta la importación de vehículos desmantelados.
En un comunicado a enviado a Agência Brasil, BYD calificó la posición de Anfavea como una reacción contra la innovación y apertura del mercado.
«Es un chantaje emocional con barniz corporativo, repetido durante décadas para proteger un modelo de negocio que ha dejado al consumidor brasileño rezagado. Mientras se envían cartas a Brasilia, los consumidores ya han tomado su decisión», provocó la empresa.
BYD argumenta que lo que sus competidores llaman práctica desleal es simplemente competencia. «Una empresa china llega, baja precios y coloca coches eléctricos en garajes de la clase media, y los dinosaurios se asustan», añadió.
Los fabricantes tradicionales, agrupados en Anfavea, desean adelantar el aumento de los aranceles de importación de 2028 a 2026, afectando potencialmente a BYD. Esta última solicita una reducción temporal del impuesto para ganar tiempo en nacionalizar la producción