En los próximos días comenzarán a ingresar al país los primeros autos híbridos y eléctricos bajo el nuevo régimen de importación sin arancel de extrazona.
Corresponden a la licitación que se hizo en marzo por una total de 50.000 unidades, que se repartieron entre las terminales agrupadas en ADEFA y los representantes de marcas no radicadas en el país (CIDOA).
Como en ese primer llamado no se llegó a cubrir el volumen de unidades ofertado – debido, principalmente, al poco tiempo que tuvieron las empresas para informarse y poner en práctica el procedimiento – se realizó una segunda convocatoria por el remanente y que se adjudicó recientemente.
Con este proceso concluido, correspondiente al cupo para este año, el Gobierno está preparando la licitación para las unidades que se podrán importar en 2026.
El llamado se hará, probablemente, en septiembre a pedido de las empresas. Es porque necesitan entre cuatro y cinco meses (en algunos casos más) para programas el pedido de vehículos, el tiempo de producción y el arribo al país por flete).
Si bien este procedimiento está establecido por decreto por un plazo de cinco años, algunas versiones señalan que podría tener cambios.
El objetivo del Gobierno con este sistema es aumentar la competencia e impulsar la baja de precios. Hay que recordar que para presentarse a la licitación, el precio FOB máximo permitido es de u$s16.000. Eso le pone un techo al valor al que se puede vender.
Lo que quedó claro con el último llamado es que las empresas demandaron más vehículos de los que estaban previstos.
Esto se debe a que hay un interés por parte de los consumidores a adquirir vehículos con la última tecnología en confort y seguridad, siempre que el precio sea más accesible.
Es por eso que en el equipo económico estan analizando la posibilidad de realizar modificaciones y mejorar la oferta.
Concretamente, en lo que estarían trabajando es en un nuevo decreto que cambie la forma de establecer el cupo.
En lugar de hacerlo por una cantidad fija de unidades, se podría introducir un volumen determinado en base a un porcentaje del mercado.
Cuando se establecieron las 50.000 unidades para licitar, este monto representaba el 10% del mercado esperado para 2025 de 500.000 0km o un poco más. Sin embargo, ahora, se espera superar las 630.000 unidades, por lo que el porcentaje de participación será menor y no llegaría al 8% y no tendría el impacto necesario para forzar una baja de precios.
La idea, según pudo saber A Rodar Post, sería tomar como referencia, para hacer el cálculo del porcentaje, el volumen de patentamientos del año anterior. Es decir, para 2026, la cantidad de vehículos autorizados a importar bajo este régimen estaría relacionado a los autos vendidos en 2025.
Desde las terminales locales niegan que se esté trabajando sobre una iniciativa de este tipo, que implicaría más competencia, especialmente de marcas chinas. Reconocen que para la próxima licitación podría haber cambios en la forma de adjudicar el cupo, dando mayor prioridad a las empresas que ofrezcan los precios de venta al público más bajos.
Sin embargo, otras fuentes que consultó este medio, insisten en que la idea de implementar un cupo en base a un porcentaje del mercado está en la mesa de discusión del equipo económico y se haría por un decreto que modifique al ya existente.
Incluso, señalan que ese porcentaje podría ser de 20% o 30% de las ventas, lo que significaría mayor apertura y forzaria una baja de precios. Esto es un proyecto que, como muchos, puede quedar descartado y mantener el sistema tal cual está. Dependerá de la decisión política de hacerlo.
El ministro Luis Caputo vienen insistiendo en que su objetivo es que vendan autos a menor precio en beneficio de los consumidores.
Hay que recordar que en mayo, cuando tuvo un cruce con una automotriz que iba a aumentar los precios 3,5% – a partir de una nota publicada por A Rodar Post (ver nota) -, salió públicamente a advertir que esa decisión rompería la «relación de confianza» construida con la industria automotriz. Y aclaró que tenía «herramientas para defender a los consumidores».
En ese momento, tras la salida del cepo al dólar, algunas automotrices optaron por aplicar aumentos menores.
Sin embargo, con la suba del dólar de finales de julio, casi todas las automotrices aplicaron aumentos de entre 3% y 12%. Es decir, muy por encima de lo que generó la polémica dos meses atrás. En este caso, el ministro no salió a hablar.
Algunos especulan que abrir más la importación del sector sería la respuesta de Caputo a esta suba de precios de agosto.
Como dato para tener en cuenta, hay que recordar que, cuando el ministro pensó en este sistema, quería un FOB más bajo, u$s11.000, pero las terminales advirtieron que con ese valor sólo podían participar marcas chinas y de bajo nivel. Caputo accedió al reclamo, pero en su cabeza está la idea de un techo más bajo de valor de importación.