Por el cambio de estrategia industrial de Volkswagen, el SUV Taos se dejó de producir en la Argentina, tal como adelantó A Rodar Post (ver nota) y comenzará a ser importado desde México.
Se trata de un modelo de buena aceptación por el público argentino. Su versión local se despidió dentro del top ten de los modelos más vendidos. En lo que va de este año, se ubica en el puesto nueve, apenas por debajo del Toyota Corolla Cross y arriba de la Chevrolet Tracker, con el atenuante de dar de ventaja un par de meses de bajas ventas por su fin de ciclo. De hecho, desde julio desapareció de la lista de los autos más vendidos por mes.
Si bien no hay, hasta ahora, una fecha precisa del inicio de la comercialización del modelo mexicano, la automotriz ya está trabajando para su relanzamiento con bastante reserva.
El bajo perfil se debe a que la terminal está liquidando el stock de las últimas unidades producidas en el país y prefiere morigerar el entusiasmo por la llegada del restyling. En agosto Volkswagen todavía facturó unidades a la red, lo que muestra que tiene remanente del producto nacional. Estas unidades se están vendiendo con importantes descuentos sobre el precio de lista. Por ejemplo, en una concesionaria porteña, informaron a este medio que la versión Comfortline, que tiene un valor oficial de $49.196.950, la venden a $41.500.000, un 15,6% menos. La Highline, que cuesta de lista $54.925.750, se consigue en alrededor de $47.000.000. En otras agencias dieron ejemplos similares. «Las últimas unidades de la Taos nacional que nos quedan las estamos vendiendo al costo», aseguró el gerente de una agencia VW.
La Taos que llegue de México tendrá un rediseño, con cambios en la parrilla y las ópticas traseras, entre otros. También habrá modificaciones en el sistema de suspensión y, seguramente, en la motorización, ya que en ese país se comercializa con un turbonaftero 1.5, mientras que el modelo argentino se fabricaba con un 1.4 TSi.
Se estima que, en noviembre, la red de concesionarias comenzará a estar abastecida con la versión mexicana, aunque no se descarta que en octubre ya empiecen a llegar los primeros envíos. Desde hace algunos meses ya se pueden ver, con camuflaje, algunas unidades de prueba de origen mexicano que circulan por el Gran Buenos Aires.
Entre los dealers hay bastante expectativa sobre lo que pueda pasar con el cambio de modelo, especialmente en cuanto al abastecimiento. Pasar de un vehículo producido localmente a uno importado puede modificar temas de disponibilidad. La buena noticia es que con México rige un acuerdo de libre comercio y no se paga arancel de importación. Si bien tiene la limitante del cupo, hasta el momento nunca se agotó y sólo se utiliza la tercera parte (ver nota) por lo que, en principio, no tendría que haber restricciones de producto. Dependerá de la estrategia de la automotriz respecto a cuántas unidades quiere vender y, de ahí, saldrá el precio.
Según pudo saber ARP, habrá un lanzamiento importante para el inicio de comercialización de la Taos mexicana. Una forma de dar vuelta una página difícil e iniciar una nueva etapa con optimismo.