Dentro de pocas semanas – no más allá de junio – se producirá el traspaso oficial de Mercedes-Benz al nuevo dueño, Pablo Peralta, y la automotriz pasará a llamarse Prestige.
Se cerrará un proceso de venta que empezó un año atrás, pero que pone fin de más de 70 años de la automotriz alemana en la Argentina. Al menos, una parte.
Desde fines de 2021, la compañía se dividió en dos empresas independientes. Por un lado, la que produce utilitarios en la planta de Virrey del Pino y comercializa autos; por el otro, la que fabrica camiones y buses.
La primera es la que pasa a manos nacionales, mientras que la otra está invirtiendo en una nueva planta en Zárate, a donde se mudará, definitivamente, a fin de año. Este cambio formó parte de una decisión a nivel global.
En todo este tiempo, desde su separación, el nombre de cada empresa fue motivo de confusión. Por un lado, Mercedes-Benz Argentina (responsable de Sprinter y los autos premium) y por el otro Mercedes-Benz Camiones y Buses.
Para los periodistas, titular una nota de cada una de estas empresas era un problema, ya que Mercedes-Benz podía aludir a cualquiera de las dos y agregar Camiones y Buses era interminable. Era común recibir llamados de las dos empresas para intentar especificar que se trataba de una y no de la otra.
En realidad, esta confusión excedía al periodismo e iba en contra de la idea de mostrar que eran dos empresas diferentes.
Tal vez por este motivo, desde su separación, en 2021, estaba decidido que, en algún momento, iban a tener nombres diferentes. Para el primer caso, mantendría el nombre de Mercedes-Benz, en tanto, la parte de camiones y buses, pasaría a llamarse Daimler Truck. Aunque hay excepciones en otros países, esa era la estrategia del gigante automotor a nivel mundial.
Esta decisión era conocida dentro de la filial local e, incluso, personal de niveles medios, lo reconocían abiertamente.
Si bien no había una fecha prevista para el cambio, el rumor interno más fuerte ponía el plazo en 2026.Coincidentemente (ahora se sabe), con el inicio a pleno de las operaciones en Zárate-
Este esquema estaba vigente cuando todavía no estaba prevista la salida del país de la empresa de utilitarios y autos. Es cierto que la idea de dejar la Argentina no nació el año pasado. En distintas oportunidades históricas, en la casa matriz en Alemania, se planteó el levantamiento industrial en Argentina. Siempre se tuvo como alternativa. Esta vez, se concretó.
Con el cambio de escenario y el paso de una de las empresas a capitales locales, se abre ahora el interrogante sobre qué pasará con esa decisión.
Está claro que el peso del nombre Mercedes-Benz es más fuerte que el de Daimler Truck. El propio CEO de la filial argentina de Camiones y Buses, Raúl Barcesat, lo reconoció en una entrevista reciente con el sitio Motor1: «En la entrada de nuestro predio de Zárate hay un cartel con los dos nombres: de la casa matriz y la filial de Argentina. La realidad es que nuestros clientes en Argentina perciben la marca Mercedes-Benz por arriba de Daimler. Recordemos que Gottlieb Daimler y Karl Benz fundaron la empresa Daimler-Benz en 1926, pero en Argentina siempre se conoció a la compañía como Mercedes-Benz.»
Esta declaración parece indicar que el interés de la empresa es mantener el nombre de Mercedes-Benz, aunque esto se choca con la estrategia previa de la marca.
Por otro lado, al aparecer un nuevo jugador, la discusión toma un giro inesperado. Prestige es el nombre de la compañía que seguirá produciendo el utilitario Sprinter y comercializando los autos de lujo, que seguirán siendo Mercedes-Benz. Se mantendrá, entonces, la misma confusión, pero ahora agravado por tratarse de dos empresas que no tienen ninguna relación ni origen común.
¿Los nuevos dueños – con el ex CEO de Toyota, Daniel Herrero, como cabeza visible – exigirán el cambio de nombre de la empresa de camiones y buses?
El nuevo presidente de Prestige enfrentará varios desafíos, en los próximos meses, muchos más urgentes que esta disputa menor.
Sin embargo, quienes suelen reunirse con Herrero, cuentan que el experimentado ejecutivo, en relación con la empresa que produce camiones y buses, fue tajante: «Tiene que cambiar el nombre.»
Su intención sería hacer respetar el acuerdo que existía previamente y que Mercedes-Benz Camiones y Buses pase a llamarse Daimler Truck y que el nombre Mercedes-Benz, con la estrella en el frente, quede reservado para los vehículos que venderá la nueva Prestige.