¿Qué pasa en Mercedes-Benz?: las negociaciones con grupos argentinos

Horacio Alonso

Esta vez no era el Sr 5 el que me llamaba desde algún lugar exótico. Era yo el que estaba de vacaciones. Aunque, en mi caso, el destino era más modesto en relación a los que suele frecuentar esta enigmática fuente.
El celular me sonó en el momento en que acababa de bajar de la aerosilla cuádruple del Graef, en el Cerro Chapelco. Con la incomodidad de los guantes y el apuro, ante la suposición de que era mi hija la que se estaba comunicando desde algún lugar de la montaña, no fue fácil atender. Más con los dedos endurecidos por la sorpresiva nevada que se desató para recibir la primavera.

– Hola- respondí con la ansiedad de un padre preocupado.

La voz del otro lado del teléfono dejó claro que no se trataba de Inés.

-¿Cómo le va?- dijo con la seguridad de que tenía que saber quién hablaba.

Le expliqué mi situación y le pedí que me diera unos segundos para llegar hasta el refugio. A esa hora – poco más de las 10 de la mañana – el lugar estaba bastante tranquilo ya que el aluvión de esquiadores hambrientos recién llegaría pasado el mediodía. Me acomodé en una mesa junto a una ventana, con la vista de las estalactitas que colgaban del techo del otro lado del vidrio. Por suerte, la música estaba suave y, además, era buena: se escuchaba Cerati.

– Estoy- dije para retomar el diálogo.

-Hace varios días que quería comentarle algo que viene sonando por distintos lados. Siga de cerca el tema de Mercedes-Benz.

Me contó que es muy fuerte el rumor sobre negociaciones para una posible venta de la planta instalada en la localidad bonaerense de Virrey del Pino.
Al parecer, la empresa alemana está buscando soluciones a la situación dentro del país.
Sólo para que el lector menos informado lo entienda, desde hace un tiempo, por una separación a nivel mundial, la división de autos más utilitarios y la de buses y camiones son dos empresas distintas. Es posible que, en algún momento, se presenten con nombres diferentes.
Hoy están fabricando en el mismo establecimiento, pero la de buses y camiones ya anunció que se muda a Zárate para iniciar sus operaciones en 2026. De hecho, ya están tomando operarios de la zona de Zárate y Campana y son trasladados hasta la otra punta del gran Buenos Aires en combis.
La otra, la que fabrica el utilitario Sprinter, seguiría en el lugar. El potencial tiene que ver por lo que surge de la charla con el Sr 5.

– Hace bastante que la casa matriz está viendo qué hacer con la Argentina. Tenga en cuenta que la nueva Sprinter será eléctrica y la posibilidad de traer esta tecnología a la Argentina es una quimera. Se hará en Estados Unidos. Con ese panorama, el futuro del emplazamiento industrial en el país está complicado.

– Usted, una vez, me comentó que la gente de SMATA había dicho que Mercedes-Benz se iba del país. Creo que se lo dijo a los operarios de Volkswagen.

-Exacto. Fue para que entendieran que no estaban las cosas fáciles en la industria y que antes de cerrar una fábrica era mejor achicarse. Así vienen avanzando, sin mucho escándalo, en el recorte de personal en Pacheco.

– Entonces, había algo de cierto. No era sólo una amenaza.

– Muy cierto. Tanto es así que la gente de Mercedes-Benz estuvo negociando hasta un punto bastante avanzado con un grupo local para dejar en sus manos las operaciones en la Argentina. Hablo de la parte de utilitarios y, creo, la importación de los autos. Darle la licencia para que fabrique algún modelo,

– Al estilo Sevel o Ciadea.

– Veo que me va entendiendo. Obviamente, no se sabe qué modelo, pero podría ser seguir, por ejemplo, con la Sprinter con motor tradicional, mientras que la automotriz avance con la eléctrica a nivel mundial. Pero eso son suposiciones. Lo importante es lo otro. Las negociaciones con el grupo local.

– ¿Hay algún grupo local tan fuerte como para hacer esto? No me parece.

-Tener que explicárselo a usted me da gracia.

– ¿Por?

– Porque hace poco usted dio una noticia importante de este grupo. De casualidad, obviamente.

Me descolocó su comentario. Me dio tiempo para pensar, pero no se me ocurrió.

– Se acuerda cuando estaba por entrar a una fábrica – creo que la de Ford – y tuiteó algo sobre una venta que sacudió el mercado del consumo masivo. Fue su primicia.

– ¿Lo de Procter & Gamble?

– Exacto. ¿Quién la compró?

– El grupo Newsan, Rubén Cherñajovsky.

Se produjo un silencio del otro lado de la línea. La voz de Cerati tomó más protagonismo: “y otro crimen quedará…”

-¿Me está diciendo que Cherñajovsky quiere hacerse cargo de las operaciones de Mercedes-Benz? ¿Y me lo dice así nomás?

– Lo que le estoy diciendo es que estuvieron en negociaciones hasta hace unos meses. Después se enfrió. No sé si está caído, pero…

-Es una noticia bomba.

-Espere que le cuento más. Como le decía, me parece que eso está frío. En cambio, hay otro grupo que se metió en la charla. Y, de alguna forma, están relacionados.

-¿Por?

– Tierra del Fuego. ¿Le dice algo?

– Déjeme adivinar. Mirgor.


– Se ve que la nieve lo despierta. Sí. Mirgor. La empresa de Nicky Caputo. Lo que se cuenta es que podría ser otra candidata a quedarse con la producción de Mercedes-Benz si la alemana decide dar el golpe.

– ¿Tanto da el negocio de la promoción industrial en Tierra del Fuego?

– Parece.

– Es muy buen dato el que me cuenta. Lo voy a seguir.

-También ponga un ojo en los chinos.

-¿Qué pasa con los chinos?

-Vio que hay muchos dando vuelta por la Argentina. Usted escribió algo los otros días. Bueno. Dicen que alguna automotriz china también está sondeando el tema de la planta de Virrey del Pino. Son tantos los rumores que hay sobre los chinos que uno se marea, pero, adentro de Mercedes, el comentario que es que habría chinos dando vuelta. Lo concreto es lo de Newsan y Mirgor. Lo de los chinos, tómelo con pinzas. No lo ponga en primer plano, pero tampoco lo deje de lado.


En ese momento me entró un mensaje y, esta vez, sí era mi hija.
“Estoy por la Pradera del Puma. ¿Venís?”, decía.
Le dije al Sr 5 que tenía que cortar porque me había entrado un mensaje que era más importante que cualquier primicia.
-Ok. Hablamos – se despidió.

(NdeR. Consultada la empresa, la respuesta fue la siguiente: «no podemos hacer comentarios sobre rumores»)

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