Cuando se habla del precio de los autos en la Argentina es imposible no tener en cuenta la presión impositiva. Según la asociación que agrupa a las terminales locales (ADEFA), hasta hace unos años, el 54% del valor al público de un 0km correspondía a impuestos.
Luego hubo otros incrementos fiscales como una suba de la tasa de estadísticas y del impuesto “PAÍS” a 17,5%.
Por ese motivo, la entidad actualizó el peso de la carga tributaria y la ubica, ahora, en 58% en promedio. A esto hay que sumarle, en muchos modelos, el impacto del impuesto al “lujo”. En esos casos, la presión impositiva puede llegar a triplicar el costo de producción o importación de un 0km.
Con semejante peso del Estado la distorsión de precios es evidente y más cuando se compara con otros países.
Días atrás, arodarpost publicó el ejemplo del BMW X4. (Ver nota) Este modelo, recientemente lanzado en el mercado local, tiene un precio en la Argentina que supera al que se paga en varios países utilizados en la comparación, como Estados Unidos, España, México o Chile, entre otros.
Se trata de un modelo importado por lo que podría esgrimirse ese dato como atenuante, aunque, en realidad, tampoco lo justifica.
Sin embargo, también en la Argentina se pagan más caros los vehículos que se fabrican en el país, respecto a los mercados a los que se exporta. Es decir, ni teniendo el beneficio de producirlos, los argentinos sacan provecho a la hora de pagar.
Un ejemplo es lo que sucede con el SUV Volkswagen Taos, que se produce en General Pacheco.
El precio de lista local de la versión Comfortline es de $40.008.254. Convertido a dólar oficial implican u$s43.250, mientras que al “blue” pasan a ser u$s30.200.
En agosto, tiene una bonificación que lo deja a $39.952.050. Esto significa unos u$s43.190 al cambio oficial o de u$s30.100 al “blue”
En Chile, la Taos Comfortline, que se exporta de la Argentina, cuesta de precio de lista u$s27.853, pero con los descuentos que se consigue por u$s23.700.
Medido al valor del dólar oficial en la Argentina (que es el tipo de cambio que se usa para exportar e importar las piezas), la diferencia es de u$s20.000. Se reduce si se toma al cambio “blue” (la diferencia sonu$s7.000), pero este no es que se utiliza para realizar los costos de un vehículo. Sólo se explica por el desorden cambiario argentino.
Peor es la situación si se compara con la versión Highline, que sufre el recargo de la primera escala del impuesto al “lujo” en el mercado local, aunque no sea un modelo que pueda considerarse premium.
El precio de lista en la Argentina es de $51.232.473. Al dólar oficial, equivale a u$s55.627. En tanto, al “blue” baja a u$s38.600.
En Chile, esta versión vale de lista u$s31.400 y se consigue, por las bonificaciones que aplican en el país vecino, a u$s27.900
Tomando la cotización del Banco Central, en Chile vale la mitad que en la Argentina y u$s10.000 menos al “blue” contra el precio con descuento en Chile. Si se lo toma al precio de lista chileno y se lo compara al del «blue» en Argentina, son unos u$s7.000. Teniendo en cuenta la comparación menos dura para el mercado argentino, la Taos nacional es entre 14% y 20% más barata en Chile que en el país, pese a producirla. Pero es mayor si se busca el contraste más marcado entre los precios de los dos países.
El motivo principal de esta distorsión tiene que ver con el exceso de impuestos que tienen los autos en la Argentina.
El contraste con Chile es evidente ya que se trata de la economía más abierta de la región. El arancel de importación es mínimo y los vehículos no tienen todos los recargos impositivos en la comercialización que hay en la Argentina.
Esto lo hace un mercado muy competitivo que beneficia los consumidores. La variedad de marcas que se ofrecen en Chile es amplia, en contraste con la Argentina que es una economía más cerrada.
Después hay cuestiones técnicas en el proceso de exportación.
Un empresario del sector que maneja los temas de comercio exterior dio esta explicación a arodarpost: “Hay temas impositivos que tiene que ver con el 6,5% de reintegro que, descontando las retenciones, queda un 4,5% a favor. También está el recupero del IVA que se paga. En todos los casos también hay que ver las políticas comerciales y más en el caso de Chile que es un mercado muy agresivo. Hay que ver qué impuestos tiene la comercialización. Hay tanta competencia en Chile que las marcas tienen precios muy competitivos. Otro dato es la estrategia de las fábricas argentinas. No hablo del caso de Taos en especial, pero algunas veces venden al costo o a pérdida a un mercado porque compensan con las ganancias que tienen en otros más cerrados y con mayor rentabilidad.”
También hay que tener en cuenta que las piezas importadas que se utilizan para producir la Taos en la planta de General Pacheco para el impuesto PAÍS de 17,5%, más la cadena de recargo de Ingresos Brutos de la fábrica sumado al de las concesionarias que en Chile no pagan. Otro dato, el IVA en el país vecino es de dos puntos porcentuales menos.
La conclusión que es que Chile, los vehículos fabricados en la Argentina son más baratos, con el adicional que los salarios son más altos y existe muy buena financiación.