Las 10 claves de la nueva pickup Volkswagen Amarok V6

Horacio Alonso

La nueva pickup Amarok divide las aguas. Críticos por la falta de cambios profundos y usuarios fieles al modelo. Esta es una prueba diferente, donde hay un poco de análisis de contexto, más allá de las cuestiones técnicas

1 – Se presentó el restyling de la Volkswagen Amarok. Un modelo que viene precedido por un largo debate. Desde la cancelación del proyecto Cyclone en la Argentina, que planeaba producir una pickup conjunta entre la marca alemana y Ford, como se fabrica en Sudáfrica, el futuro de este vehículo fue motivo de especulaciones. Se suma a esto el proyecto para fabricar en la planta de General Pacheco una camioneta de origen chino (Ver nota). Tal vez para entender la estrategia de Volkswagen con este restyling hay que tener en cuenta ese dato: una actualización para transitar el camino hasta la llegada de una nueva plataforma.


2 – El motivo del debate es porque, en el mercado, había expectativa de un cambio más profundo, para acercarla a lo que hoy ofrece la competidora Ranger. Está claro que esta renovación es leve y defrauda a la gente que estaba esperando algo distinto, pero desde la automotriz señalan que es el cambio necesario para seguir siendo protagonista de este segmento tan competitivo. Como remarcan en la empresa, una de cada tres pickups que se venden en el mercado interno es Amarok. El argumento es contundente.


3 – Con este contexto informativo, se puede analizar la renovación de la pickup. El diseño exterior muestra cambios en la parte delantera como capot, parrilla, paragolpes y ópticas. Es un poquito más larga que la anterior. Las versiones V6 se diferencian del resto por tener un filete de led cromado que cruza la parrilla. En líneas generales se nota que el diseño queda un poco desactualizado, más si se lo compara con la Amarok II que se comercializa en otros mercados.


4 – El interior también tiene un leve refresh que se percibe en la incorporación de una nueva pantalla multimedia, más grande que la anterior y nuevos tapizados. La llave para encendido es tipo “navaja” y no con botón. Desde la empresa explicaron que es por una cuestión de costos. Sigue siendo una pickup cómoda, con excelente posición de manejo, bien amplia (especialmente en el ancho). Lo más novedoso pasa por el el dispositivo sobre el panel de instrumentos que se asemeja a una brújula. Se lo llama Safer Tag y, a través de un pitido, alerta sobre la distancia que hay con el vehículo que está adelante, el mantenimiento del carril y las velocidades máximas en calles y rutas. Es un sistema pasivo ya que sólo avisa, no interfiere en el la conducción.


5 – Mantiene las mismas motorizaciones. La unidad manejada fue la Highline 3.0 turbodiesel de 258 CV y 580 Nm de torque acoplado a una caja automática ZF de ocho velocidades y tracción permanente en las cuatro ruedas 4Motion.

6 – Al no haber cambios en motorización, no hay mucho nuevo para decir. La pregunta que hay que hacerse es si los necesitaba. Sigue siendo la pickup con mejor confort de marcha en rutas, autopistas y ciudad con muy buena respuesta en el off-road. Le sobra potencia para la mayoría de los desafíos. No es la más dura para exigencias extremas, pero ese debe ser una mínima parte del uso que le puede dar la mayoría de los usuarios. El motor V6 responde con energía desde las primeras marchas, su aceleración desde 0 es notable. Lo mismo en maniobras de sobre paso. La insonorización es buena y ágil para manejar en el tránsito. Obviamente, sus dimensiones no lo hace un vehículo cómo en la ciudad, pero por sus prestaciones se puede mover sin problema en ese ámbito. Llevándola con cuidado el consumo rondará los 11 litros cada 100km, pero es imposible no tentarse con el V6, así que es difícil mantener ese promedio. Frena muy bien.


7 – Pero volvamos a tema del restyling. Tiene muchas críticas. Lo que noté es que no es, en general, de usuarios de Amarok. Más bien de observadores que no tienen pickup o de otras marcas. Hablé en estos días con varios compradores de Amarok, desde la primera generación, y se los ve conformes. Destacan su confort de marcha, su habitabilidad y sus prestaciones. Algunos estaban esperando este restyling para cambiar su “chata”. Consideran que para la mayor parte del tiempo de uso (mezcla de urbano con recreación y off-road no extremo), la Amarok es eficiente. Hablan muy bien de su chasis y del despeje del suelo. No tienen críticas y eso puede explicar que sea la segunda pickup más vendida. Lo demás, son opiniones.


8 – En materia de seguridad suma dos airbags sobre los cuatro que tenía la anterior, pero sigue con faltantes que ofrecen algunas de las competidoras.


9 – En materia de confort, no cuenta con grandes novedades. Se puede destacar algo menor, aunque siempre útil que son los enchufes y puertos de carga. Tiene cuatro tomas de 12 voltios repartidos en la parte delantera (3) y uno en la caja de carga. También tiene cuenta con tres puertos USB.


10 – La Amarok tiene seis años de garantía y la versión Highline V6 cuesta $64.739.712

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