Por Horacio Alonso
Después de varios días de ausencia, el Sr 5 – esa misteriosa fuente que suele ofrecerme información del sector – reapareció con una bomba.
– ¿Tiene tiempo? – me preguntó del otro lado del teléfono
– Siempre.
– Hay algo que le puede interesar.
El tema que me quería contar tiene que ver con Volkswagen. Desde hace meses hay muchos rumores que dan vuelta en la fábrica de General Pacheco. Allí se producen el SUV Taos y la pickup Amarok.
- Esté atento a lo que pasa ahí – me sugirió.
- Cuénteme – le respondí sin vueltas para ir directo al grano. Y me empezó a explicar.
Al parecer, el problema pasa por el futuro de esos dos modelos en el mediano plazo. Por el lado de la Taos, desde el inicio de su producción, vienen luchando con la calidad. Pese a los esfuerzos por mejorar los estándares de la fábrica, no se estarían logrando los objetivos y quedan muy lejos de los niveles de las otras plantas de la automotriz en el resto del mundo.
- Acuérdese del número 46 – me dijo el Sr 5.
- ¿Por?
- Acuérdese- repitió.
El rumor que circula dentro de la empresa, entre los proveedores e, incluso, en las cúpulas de otras automotrices es que no se descartaría una posible mudanza de su producción a Brasil.
La salida del proyecto Taos del país sería un duro golpe para la fábrica local. La producción de Amarok no sostiene a ese establecimiento y, aunque está en marcha un restyling, es un modelo con los años contados.
Al desistir Volkswagen del plan conjunto con Ford en la Argentina, de fabricar una pickup común – conocido como proyecto Cyclone – la actual “chata” alemana quedó desactualizada.
Esa noticia fue una primicia del diario Ámbito Financiero en abril del 2020 y marcó un antes y un después de la automotriz.
La nueva generación de las pickups “mellizas” Ranger-Amarok se fabrican en Sudáfrica y en la vecina planta de Ford, en General Pacheco, se produce sólo la Ranger global.
Por este motivo, la hipotética salida de Taos y el lento ocaso de la Amarok local dejarían a la planta con un futuro incierto. Se trata de dos modelos difíciles de exportar.
En Alemania tendrían una posición dura al respecto.
Aquí entra a jugar la reacción de los directivos de la Argentina.
Ante este panorama, están moviendo las fichas y estarían buscan convencer a la casa matriz de que una solución drástica sería muy costosa. Y que lo más conveniente sería buscar un nuevo proyecto de radicación.
La traba es que desde Alemania no estarían dispuestos a desembolsar más dólares en la Argentina, mucho menos con la deuda que quedaron por la autofinanciación de importaciones que les impuso el ex ministro Sergio Massa el año pasado.
Por eso, cualquier alternativa no tiene que representar una erogación para la casa matriz.
La salida que se estaría evaluando tiene que ver con China. La idea sería poder radicar en la Argentina el montaje de algún modelo bajo los sistemas CDK o IKD. Es decir, traer el vehículo desarmado y ensamblarlo localmente con el agregado de algún contenido nacional. Algo parecido a lo que hizo Toyota con el utilitario Hiace.
En este contexto – según el Sr 5 – directivos de Volkswagen Argentina estarían viajando a China para ver cuál podría ser el modelo que podrían traer al país en el caso de tomarse la decisión de sacar la producción de Taos.
Pero más allá de la salida o no de Taos, la idea de traer un modelo chino para ser ensamblado en esa planta no se descarta ya que la línea de montaje permite sacar más de un modelo de forma intercalada. De hecho, la pickup y el SUV pasan por la misma línea. Podría haber un tercero.
Todo esto, de ser cierto, podría terminar convirtiendo a la planta de Volkswagen en ser la primera en el país para la producción de un auto chino. Hay que tener en cuenta que la marca alemana tiene una fuerte presencia en China y fue una de las pioneras en desembarcar en el gigante asiático.
También no es menor que en Brasil ya hay tres automotrices chinas en el proceso de fabricación de autos y no sería descabellado que, tarde o temprano, esa ola llegue a la Argentina