Como pocas elecciones, el sector automotor siguió con mucha expectativa los comicios del domingo pasado. Tanto importadores, concesionarias como fabricantes aguadaron los resultados para saber cuál será su futuro, el menos, en los próximos dos años.
Por distintos motivos, todos recibieron con alivio la ratificación del rumbo económico. Los importadores, por saber que se mantendrá la apertura dispuesta por la gestión de Javier Milei y que podrán seguir operando.
En el caso de las concesionarias, el triunfo oficialista despeja la duda respecto a la posibilidad de un salto cambiario y se cree que consolidará la oferta de crédito y la baja de tasas. Esto es clave para seguir aumentando las ventas.
En tanto, las terminales tienen en juego medidas importantes en las que vienen trabajando con los funcionarios del área y que, ahora, pueden entrar en etapa de definición.
Lo más importante para las automotrices agrupadas en ADEFA pasa por la cuestión impositiva.
Entre los puntos prioritarios se destaca la mejora de la competitividad de las exportaciones.
Desde mediados de año están a la espera del decreto que prorrogue la eliminación de los derechos de exportación sobre las ventas incrementales al exterior.
Este beneficio se venía renovando cada año, entre abril o mayo, época en las que las exportaciones comenzaban a superar el volumen de operaciones base sobre las que se calculaban.
Se trata de una medida que elimina al derecho de exportación de 4,5% para las ventas de 0km al exterior que superen el piso de las operaciones realizada en 2020.
El impacto promedio es de alrededor de 2.5% sobre el valor de cada auto debido a que se aplica sobre el contenido nacional de piezas.
Ese volumen está establecido en 137.000 unidades y corresponde la cantidad de 0km que se exportaron en 2020. Es decir, hasta ese número, los autos que se exportan deben pagar ese recargo impositivo. En tanto, una vez superado esa cantidad de vehículos, quedan exentos.
Para tener una idea, en 2024 se exportaron 314.000 vehículos. Casi la mitad se vendieron sin recargo fiscal. No es poco.
Ante la demora, las esperanzas del sector de tener una buena noticia este año no son muchas, pero apuestan a la solución de fondo para el año que viene que es la eliminación definitiva de estas retenciones.
Al menos, esa es la promesa que tienen desde el Gobierno y es en lo que vienen trabajando los equipos técnicos de ambos lados.
Según lo conversado con funcionarios, ese cambio tendría que estar incluido en la reforma impositiva que viene anunciado el Gobierno. Por eso, el triunfo oficialista es una buena noticia ya que confirma que se irá en esa línea.
El presidente Milei, en sus declaraciones tras las elecciones, puntualizó que en lo que queda de su mandato avanzará con las reformas prometidas y la tributaria es una de ellas.
Por eso, en las terminales creen que 2026 va a ser clave para el sector por este tema. Desde las empresas reconocen que el Gobierno viene haciendo esfuerzos, en medio de su premisa del déficit 0%, para bajar la presión impositiva del sector y ya hubo medidas concretas en ese sentido.
´´Nuestra prioridad hoy es que se siga en el camino de la reducción de impuestos que se viene dando y el tema de bajar el costo de las exportaciones es lo más importante´´, explicó un directivo de una terminal.
Hay que recordar que en el valor de cada 0km que hoy se exporta alrededor de 13% corresponde a impuestos. Hasta hace dos años, el número llegaba a 20%.
Pero no sólo está en carpeta la reducción de estas retenciones. También se espera que el Gobierno elimine la escala vigente de los Impuestos Internos.
A comienzos de año había dado de baja la primera escala, aunque se mantiene la que grava los 0km de más de $89 millones de precio al público. Si se quitan ese recargo fiscal, los modelos afectados podrían bajar de precio y presionar para que los de segmentos más bajos dejen de subir.
Distintas fuentes consultadas por A Rodar Post confirmaron que existe la posibilidad de que se quite esta carga impositiva que se conoce como impuesto al ´´lujo´´. Los más optimistas, aseguran que la decisión se conocerá en los próximos meses.
´´Desde el Gobierno nos han dicho que su intención era eliminar lo que queda de Impuestos Internos. Entendemos que hay otras prioridades, pero es uno de los temas que está en la agenda´´, explicaron desde otra automotriz.
Si bien la baja de este gravamen tiene un impacto fiscal y eso frena su eliminación, es cierto que también hay un tema político a tener en cuenta, ya que mientras se cuestiona a Milei por recortes en sectores clave, la quita de un impuesto a 0km de mayor valor puede ser criticada en ese contexto.
Por eso, era impensado que se hiciera antes de las elecciones. Ahora, el escenario cambió y las chances de que se cumpla con la promesa es mayor, más si se tiene en cuenta que se encarará una reforma impositiva amplia.
Los Impuestos Internos rigen desde hace años para bienes suntuarios, pero durante el segundo mandato de Cristina de Kirchner se aumentaron las alícuotas que se tenían que pagar y también se bajó la base imponible. Fue una medida que respondió a la falta de dólares, como también a una posición ideológica de encarecer vehículos que compraban sectores de mayores ingresos.
Sin embargo, la forma de actualizar la base imponible fue haciendo que, con el correr de los meses, mayor cantidad de modelos quedaran afectados y 0km de segmentos mediano o chico terminaban pagando el tributo
