Por Horacio Alonso
“¡Abran las importaciones!”. Este es el reclamo que más se escucha hoy entre los consumidores ante la suba de precios en pesos y en dólares de la mayoría de los productos en los últimos meses.
La apertura y una mayor competencia son las medidas que se esperan del gobierno de Javier Milei para ayudar a la baja de la inflación.
El sector automotor es uno de los mejores ejemplos.
Durante todo el 2023, las restricciones al comercio exterior provocaron que los valor de los 0km se dispararan y abundaran los sobreprecios por falta de oferta.
El mercado se “argentinizó” y la proporción en las ventas de los vehículos nacionales trepó al 70%. Los autos, pickups y SUV fabricados en el país pasaron a dominar el ranking de los modelos más vendidos. Todo lo contrario a lo que sucedía hasta 2019.
Aunque el pedido popular tiene lógica, la realidad muestra que la importación ya está abierta. Como se explicó en arodarblog en notas anteriores, desde diciembre ya no hay más trabas para importar.
Toda la limitación pasa por una decisión estratégica de las marcas que entienden que, con un mercado deprimido y la cantidad de impuestos que hay que pagar, el ingreso de 0km del exterior no es rentable.
A esto se suma un costo financiero adicional ante el mecanismo vigente de tener que autofinanciar las importaciones con dólares propios por 180 días, el plazo establecido para que el Banco Central autorice el pago al exterior con divisas que salen de sus arcas.
Este período de incertidumbre no alienta a una importación masiva.
Por otra parte, el proceso de importación lleva un tiempo, entre el pedido de producción de los modelos y la demora en que esas unidades lleguen al país. Desde Brasil pueden representar entre uno y dos meses, pero llega hasta cinco meses desde mercados más lejanos. Por ejemplo, Asia.
El cambio en el régimen de importación se anunció el 13 de diciembre y llevó más de un mes implementarlo. Por este motivo, recién en enero se pudo importar libremente. Hace tan sólo tres meses.
Pese a esto, las estadísticas muestran que ya hay crecimiento en las importaciones.
Según datos a los que pudo acceder arodarblog del SIOMAA, el sistema de información on line del mercado automotor, las importaciones de 0km están creciendo 17,1% en el acumulado de los primeros meses del año en relación con igual período del 2023.
Hasta el 10 de abril, ingresaron al país 44.349 0km.
Si bien se puede pensar que esta suba no es tan marcada hay que tener en cuenta que se produce en un mercado con una fuerte baja.
En ese mismo período, los patentamientos están cayendo 26%.
Es decir, crecen las importaciones en un mercado que se derrumba.
Para reforzar este dato, hay que destacar que todas las automotrices están vendiendo con descuentos importantes todos los modelos nacionales por la baja de la demanda.
Esto significa que la relación entre vehículos nacionales e importados está cambiando más rápidamente.
Si se toma la variación de los primeros 10 días de abril del 2024 contra los del año pasado, el crecimiento de las importaciones es de 86%.
En tanto, si la comparación se realiza contra marzo pasado el incremento es de 150%.
Es cierto que se parte de números bajos del 2023 por el fuerte cepo importado que existía, pero es una clara señal de cambio que se irá consolidando en los próximos meses,
En cuanto al incremento de las importaciones por marca, en lo que va de abril, los porcentajes son muy significativos respecto a un año atrás.
En este punto hay que hacer una salvedad para entender que, en muchos casos, no son representativos debido a los problemas que tuvo cada automotriz para importar el año pasado.
Si por algún motivo, en abril del 2023, alguna marca no tuvo liberación de SIRA –el permiso que se requería hasta diciembre pasado para despachar un vehículo importado al mercado – el crecimiento de este año puede parecer exagerado y no marca la realidad. Hay que esperar que se estabilice para tener valores razonables.
De todas maneras, es bueno ver qué está sucediendo en estos primeros días de abril.
La automotriz que encabeza las importaciones es Toyota con 1.359 unidades. Esto le da un incremento de 316% contra abril del 2023.
En segundo lugar está Ford con 1.146 (+214%).
Le sigue Fiat con 1.033 unidades importadas. Este es un ejemplo de lo recién comentado. El crecimiento que figura en las estadísticas del SIOMAA es de 10.230%. Esto se debe a que en los primeros días de abril del 2023 sólo había nacionalizado 10 vehículos.
El ranking continúa con Citroën con 309 unidades (+20%).
Luego aparece Chevrolet que muestra otra realidad: importó en lo que va de abril 302 vehículos, lo que muestra una baja de 56% contra el año pasado. Esto explica la pérdida de participación en los patentamientos que está teniendo esta marca en la actualidad.
Nissan importó 293 0km (+78%) y Jeep ingresó 253 unidades (+27,1%).
Otro caso llamativo de baja es el de Volkswagen que en este mes lleva importado 234 unidades, un 43,8% menos que un año atrás.
Pero hay que reiterar que esta es una muestra relativa, pero es la que hay hoy en el registro oficial.
Los números cambian si se mira el acumulado del año contra igual período del 2023.
Si bien se mantienen aproximadamente las posiciones en el ranking si se toma el volumen de unidades, la diferencia está en la evolución del comportamiento porcentual .
Toyota muestra una baja de 25.2% contra el año pasado. De las marcas generalistas sólo Chevrolet mantiene números negativos: -24.1%
El resto crece y ya con porcentajes más razonables: Ford (+29,2%), Fiat (+50,6%), Citroën (+71,6%), Nissan (+62,4%), Jeep (+49,9%) y Volkswagen (+171.6%)
Todos estos datos muestran que la apertura del sector ya se empieza a verificar en las estadísticas y, seguramente, seguirá creciendo.
Tal vez el ritmo no es el esperado por los consumidores para que los precios sean más competitivos, pero es una cambio de tendencia respecto al cierre del mercado de los últimos años. Será una cuestión de paciencia.