– ¿De dónde me llama? – le pregunté al Sr 5.
El ruido de fondo hacía difícil escucharlo. Era una mezcla de música del Tren de la Alegría y un aserradero.
– Espere que voy a buscar un lugar más tranquilo.
De a poco el barullo se fue atenuando y mis oídos volvieron a la calma. Unas voces al paso llegaban en forma de saludos a los que el Sr 5 respondía con cortesía, mientras su respiración agitada me hacía saber que caminaba apurado.
– Ya salí – me dijo y parecía cierto. Ahora se escuchaba, en un segundo plano, el suave canto de unos pajaritos.
– ¿Dónde está?- insistí intrigado.
– En Córdoba. En la planta de Fiat. Vine por el anuncio de la inversión.
(NdR: Stellantis oficializó el desembolso de 385 millones de dólares para producir una nueva familia de vehículos. Se supone que se trata de pickups medianas. Ver nota )
– Sí, sí. Me enteré.
– Pensé que lo iba a ver por acá.
– No me invitaron
– ¿No? ¡Qué raro!
– Suele pasar con algunas empresas. Igual, menos mal que no fui, porque, de todas formas, no lo hubiera reconocido.
– Je, je, je – respondió con tono pícaro.
La introducción se estaba haciendo una tanto larga así que le pregunté, directamente, el motivo de su llamada. Me contó que, como tenía que ir a Córdoba por este anuncio, viajó un día antes para visitar a gente de las otras automotrices de la provincia.
– En unos días se viene el anuncio de inversión de Renault (NdR: también fabricará una pickup, pero compacta) y hay mucho movimiento en Santa Isabel.
– Me imagino. Es un proyecto esperado.
– Sí, pero el problema es lo que pase con las pickups que se producen ahora. Hay muchos rumores en la planta. Las ventas de Alaskan no vienen bien y este nuevo proyecto del rombo va a hacer replantear algunas cosas.
– Pero es Nissan la que fabrica la Frontier y le produce la Alaskan a Renault. ¿Cuál es el problema?
– La relación entre las empresas no es la mejor. Le hablo a nivel cúpula. Hasta ahora se venía disimulando porque no tenían problemas de producción, pero la cosa cambió. La planta está parando con mucha frecuencia. Esta semana, tres días. Las ventas no acompañan. Hay muchos autopartistas que la están pasando. Tienen que hacer recortes de producción porque le reducen los pedidos.
– ¿Me está diciendo que se pueden dejar de producir?
– No lo sé. A este ritmo de ventas, no descarto nada. Le cuento el caso de unos autopartistas. Estaban negociando la nacionalización de piezas para estas pickups y, de la nada, de la terminal le pararon todo. A esto súmele que el precio de transferencia que Nissan le cobra a Renault no cierra. Lo tiene que bajar para que la Alaskan sea rentable. Se está negociando ahora. Por eso, le digo que está complicado. A eso súmele lo que le dije de la relación tirante entre los presidentes. Ahora que Renault tiene un proyecto importante con la nueva pickup, que esta sí la va a poder exportar, la situación es distinta. Tiene una posición más de fuerza. No se olvide que Santa Isabel es de Renault. Nissan está de okupa. Y la relación se invierte. Renault le va a fabricar a Nissan. Parece un matrimonio que se divorcia.
– En esos casos, uno de los dos se tiene que ir de la casa.
– Exacto, Y en este caso, uno es el dueño de la casa…Ahora que hablamos de esto, me hizo acordar que tengo que llamar a un amigo de Campana, que tiene contactos en Honda. Si sé algo, le cuento. Lo dejo porque vi a un directivo de Stellantis que anda de capa caída y quiero saber qué va a hacer.
– Espere. Antes de irse, cuénteme algo de otra automotriz.
– Pasé por la planta de Volkswagen, acá, en Córdoba. Lo que le puedo decir es que siga atento a esta terminal. Se vienen tiempos de definiciones con Taos y la pickup china. Hay reuniones importantes en Alemania. En realidad, en Wolfburgo, están más preocupados por la situación global y, en especial, de Alemania. Acuerdos con sindicatos y esas cosas. No descarte algún cierre de fábrica. Imagínese que con todo eso, Argentina está en un segundo plano, pero se avanza. Noviembre puede ser el mes para anuncios. Están analizando la viabilidad técnica del proyecto de la pickup china. El tema es que lleva tiempo y la ansiedad en Pacheco es grande. Si se va la Taos en 2025 y con el restyling de la Amarok tan cuestionado, es una eternidad esperar que llegue la nueva plataforma. Se están buscando alternativas. Una es extender la vida de la Taos. Es lo más lógico, pero cualquier propuesta sirve. Tanto es así que hasta se habló de hacer un modelo de transición.
– ¿Y eso?
– Otro día le cuento. Me voy a hablar con este hombre de Stellantis. Saludos,
Se viene la inversión de Renault ¿Qué pasará con la Alaskan?
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